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Clásico: Ya nadie desprecia a los de Asia

NUEVA YORK (AP). La euforia no pudo ser más desbordante cuando Japón realizó su primer entrenamiento para el Clásico Mundial de Béisbol en la ciudad de Miyazaki.

La práctica, con Daisuke Matsuzaka e Ichiro Suzuki como grandes atracciones, fue con un estadio lleno de aficionados y medio millar de periodistas para cubrir la actividad.

Mientras en otros paí­ses la apatí­a y las deserciones de jugadores acaparan titulares, el Clásico es cosa seria en Japón, un paí­s que exhibe como pavo real su orgullo por su condición de campeón vigente.

Por segunda edición, Japón será el anfitrión del grupo asiático del Clásico al enfrentar a Corea del Sur, China y Taiwán.

Y esta vez nadie se atreverá a menospreciar a los equipos del Lejano Oriente, después de la experiencia de 2006.

Japón se proclamó campeón al vencer a Cuba en la final, mientras que Corea del Sur --actual monarca olí­mpico-- llegó a las semifinales.

"Todos sabí­amos que se jugaba buen pelota en Venezuela, Puerto Rico, la Dominicana y México", comentó recientemente Chipper Jones, uno de las piezas estelares de Estados Unidos. "Pero déjenme decirles que también se juega muy buena pelota en los paí­ses de Asia. Nos plantaron cara y hicieron suyo el torneo. Vinieron preparados y nadie más exhibió mejor pitcheo que Japón y Corea del Sur".

La expectativa por el Clásico es tremenda.

"No he parado de pensar en el Clásico desde que la temporada regular (de las Grandes Ligas) terminó el año pasado", dijo Suzuki, el astro de los Marineros de Seattle. "Yo no tomo el Clásico como una mera competencia para prepararse para la campaña regular. Este es un torneo con todas la de la ley para decidir quién es el mejor del mundo".

El japonés es el gran trabuco de Asia, aunque de los convocados sólo cinco jugadores militan en las Grandes Ligas. Los otros son el lanzador Daisuke Matsuzaka (Boston), el jardinero Kosuke Fukudome (Cachorros), el catcher Kenji Johjima (Seattle), y el intermedista Akinori Iwamura (Tampa Bay).

¿Por qué? La respuesta es sencilla, lo mejor era reunir a un grupo de peloteros que ya se conocen por jugar entre sí­ con regularidad.

Más estudiada fue la escogencia del manager. Luego que Senichi Hoshino, un reconocido ex piloto de clubes locales, no pudo conseguir el oro olí­mpico en los Juegos de Beijing el año pasado, Tatsunori Hara fue nombrado para dirigir en el Clásico.

Lo llamativo es que Hara actualmente es el piloto de los Gigantes de Yomiuri, es decir un dirigente que ha tenido que apartarse de la pretemporada para estar en el Clásico. Igual pasó hace tres años, cuando Sadaharu Oh dejó por unas semanas sus responsabilidades al frente de los Fukuoka SoftBank Hawks.

¿Se imagina a Terry Francona de los Medias Rojas de Boston dejando su cargo para dirigir en el Clásico?

Japón es ampliamente favorito para llevarse uno de los dos boletos dentro del Grupo A para jugar en la segunda ronda en San Diego.

La lógica dice que la otra plaza serí­a para Corea del Sur, en la cresta de la ola por haber conquistado en agosto el oro olí­mpico. Los surcoreanos se proclamaron campeones en forma invicta en Beijing, ganando sus nueve partidos.

Es un equipo integrado casi que exclusivamente por jugadores del medio local. La única figura de las Grandes Ligas es el jardinero derecho Shin-Soo Choo, quien lideró el año pasado a los Indios de Cleveland con un promedio de .309, además de 14 jonrones y 66 remolcadas en 94 partidos.

Taiwán cuenta con casi una decena de jugadores vinculados con clubes de las mayores, pero quien brilla por ausencia es Chien-Ming Wang. Al igual que en 2006, el as de los Yanquis decidió no participar del Clásico, luego que una lesión le impidió jugar los últimos tres meses de la pasada campaña.

Muchos le prestarán atención a Che-Hsuan Lin, un jardinero de 20 años en las menores de los Medias Rojas de Boston. Lin fue escogido como el Jugador Más Valioso del partido de promesas del año pasado en el Yankee Stadium tras conectar un jonrón de dos carreras que le dio la victoria al combinado internacional.

China, que ha contado con la ayuda de las Grandes Ligas, es quizás el equipo más enigmático. Presa fácil de los demás en el 2006, el conjunto chino ha empezado a dar muestras de ser uno que puede dar la pelea y el año pasado venció a Taiwán en el torneo olí­mpico. Serán dirigidos por Terry Collins, un ex piloto de los Astros y Angelinos en las mayores.

FUENTE: Agencia AP