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2011: De Cox a González, la transición perfecta en Atlanta

KISSIMMEE, Florida, EE.UU. (AP). Mientras conversaba con periodistas, Fredi González no se percataba que Bobby Cox estaba detrás suyo listo para comentarle sobre cómo habí­a disfrutado estar como un espectador de un juego de pretemporada.

Cox le dio un espaldarazo a González, el hombre que se ha encargado de reemplazarle al mando de los Bravos de Atlanta tras dos décadas y 15 participaciones en la postemporada.

Reemplazar a alguien con el estatus de leyenda y rumbo a Cooperstown, como es el caso de Cox, debe ser un desafí­o abrumador.

Pero la transición de managers en Atlanta no ha podido ser más perfecta, y en ello ayuda el estrecho nexo que une a Cox y al cubano González.

"Es casi como un padre para mí­, siempre me ha tratado con mucho cariño y respeto", declaró González en una entrevista con The Associated Press. "Es un privilegio y un honor ser su sucesor".

Cox fue el mentor de González, a quien tuvo como coach de tercera base antes que éste aceptara una oferta para dirigir a los Marlins de la Florida.

El nombramiento de González fue telegrafiado desde el mismo momento que los Marlins le despidieron al promediar la pasada temporada, en la que Cox avisó que se jubilarí­a durante los entrenamientos de primavera.

Efectivamente, apenas después que los Bravos fueron eliminados por los Gigantes de San Francisco en la primera ronda de los playoffs, González era presentado como el nuevo mánager.

"Me han recibido con brazos abiertos", dice González. "La transición ha sido bastante fácil".

La presencia de Cox se sigue haciendo sentir.

En el primer dí­a de la pretemporada, en la sede del club en el corazón de Disneyworld, Cox llegó al filo del amanecer para desearle lo mejor a González.

"Lo veo todos los dias, está aquí­ todas las mañanas ... tres veces a la semana nos reunirnos para almorzar", cuenta González.

Acompañado por su esposa Pam, Cox disfrutó una experiencia que le habí­a sido extraña durante mucho tiempo: sentarse en la butaca de un estadio para ver los juegos, en vez de la cueva, y sin preocuparse de armar alineaciones.

Pero Cox se cuida de mantener cierta distancia y no interferir en el manejo actual de los Bravos. "No me dice nada si yo no pregunto, no se mete en nada del equipo", asegura González.

Durante tres años y medio, González fue el dirigente de los Marlins, compilando marca de 276-279. Su total de victorias es el más alto en la historia de esa franquicia

Cifras más que decorosas, al considerar que los Marlins han sido uno de los conjuntos más frugales en cuanto a gastos.

Pese a ello, el propietario Jeffrey Loria siempre exige buenos resultados. Sus últimos meses, además, se vieron envueltos en la polémica por la decisión de suspender a Hanley Ramí­rez, el estelar campocorto, luego que éste mostró desgano para buscar una pelota que habí­a fildeado mal.

González no denota muestras de rencor por el desenlace de su ciclo en el sur de la Florida.

"La experiencia de cuatro años con los Marlins me han preparado para mi próximo trabajo con los Bravos. Le agradezco a los Marlins por darme la primera oportunidad", sostiene.

Volver a Atlanta era algo que añoraba, ya que nunca se habí­a mudado de la ciudad. Su residencia siguió ahí­, sus dos hijos se quedaron por los estudios.

Cuenta que uno de sus pasatiempos es subirse en cualquiera de sus dos motocicletas Harley-Davidson para pasear hasta tres horas.

"Llevo siete años viviendo en Atlanta. Me encanta montar la moto, la tomo y me voy a la montaña".

Ahora lo que sigue es mantener la cultura ganadora en Atlanta, donde admite que tiene la fortuna de tomar a un equipo en perfectas condiciones tras avanzar el año pasado a la postemporada.

"Este equipo no está roto, no hay que arreglar nada", asegura sobre unos Bravos que ganaron 91 juegos en 2010 pese a muchas lesiones.

Sabe que no tiene que ponerse a hacer cambios radicales en un grupo que incluye Chipper Jones, Jason Hayward, Dan Uggla, Martin Prado y Tim Hudson, entre otras figuras.

"Tengo que tener mucho cuidado en entrar y cambiar cosas. Las cosas que vamos a cambiar son cosas muy pequeñas, porque somos diferentes personas", afirmó. "Detalles chicos que mucha gente no se da cuenta. Pero tengo que tener un estilo propio".

FUENTE: Agencia AP