Béisbol Béisbol - 

Yoga y nutrición hacen que Silva recupere su figura

PEORIA, Arizona, EE.UU. (AP). El nuevo piloto de los Marineros de Seattle, Don Wakamatsu, le dio al venezolano Carlos Silva, su serpentinero estelar con un contrato de 48 millones de dólares, un abrazo a su llegada a los campos de entrenamiento.

Esto no se debió a que realmente lo extrañara mucho durante el receso de la temporada. Wakamatsu, en realidad, ni siquiera estaba en Seattle con el entonces voluminoso serpentinero derecho el año pasado.

"Lo abracé para ver si podí­a rodearlo con mis brazos", indicó Wakamatsu, con una carcajada.

El año pasado, se habrí­an necesitado a dos hombres con largos brazos para poder cumplir con esa hazaña.

Silva solí­a devorar enormes cenas tarde y llegó a pesar 129 kilos (285 libras). Por ello, casi todo se derrumbó. El ex pelotero de los Mellizos de Minnesota tuvo foja de 4-15 con promedio de carreras limpias admitidas de 6.46, su peor efectividad de su carrera en la que fue su primera campaña con los Marineros. En sus últimas 23 aperturas, tuvo foja de 1-15.

Además, su carácter normalmente alegre se agrió y se quejaba de que sus compañeros no lo respaldaban y su sobrepeso le dio problemas con su espalda.

"No creo que haya hecho nada por este equipo", señaló Silva este fin de semana.

Ahora, después de someterse a entrenamientos de yoga tan dolorosos que hasta le pidió a su instructora que no llegara a su casa a las afueras de Minneapolis y luego que una nutrióloga le redujo las raciones de dos cortes de carne a sólo uno y le prohibió tomar cenas después de las siete p.m. y que le ordenara que se fuera a dormir a las 9:30 en lugar de la medianoche, Silva ha logrado perder 15 kilos (35 libras).

"Han sido muchos cambios. Es una vida totalmente diferente y me siento realmente bien", dijo Silva con orgullo.

Silva hizo estas declaraciones en su casillero después de juguetear y de vencer a otro gran lanzador venezolano, Félix Hérnández, aunque más delgado, en dos carreras de acondicionamiento de 300 metros.

"Creo que van a comenzar a ver la diferencia", agregó. Y los Marineros ya tomaron nota.

"Pareciera que alguien lo cortó a la mitad", dijo Wakamatsu, al considerar la presencia de Silva como su mejor sorpresa en estos primeros dí­as como piloto de Grandes Ligas.

Silva sabí­a que habí­a decepcionado a los Marineros, a sus pobres aficionados y a sí­ mismo el año pasado. Silva fue una de las grandes contrataciones del mercado de agentes libres en el receso de la campaña del 2008 y se convirtió en uno de los culpables que Seattle se convirtiera en el primer equipo con una nómina superior a los 100 millones de dólares en perder al menos 100 partidos.

"Las expectativas eran muy grandes", señaló Silva. "Para mí­, esto no lo pude hacer ni para mis compañeros no para los aficionados. Pero este año, esta vez, tengo que hacerlo. Pero lo que sí­ puedo decirles es que espero hacerlo bien", señaló Silva, poniéndole énfasis a sus palabras con el dedo í­ndice.

FUENTE: Agencia AP