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2009: Sin el factor sorpresa, los Rays ahora están en la mira

ROMA (AP). Los Rays de Tampa Bay no parecen inmutarse al leer los pronósticos y encontrarse que son señalados para quedar terceros en su división.

¿Este no fue el equipo que se llevó el banderí­n de la Liga Americana? ¿Acaso no fueron quienes disputaron la Serie Mundial tras registrar el peor récord de las mayores en el año previo?

Después de saborear el triunfo, los Rays no pierden el tiempo en lo que dicen los expertos al considerarse convencidos que tienen los atributos para mantener a raya a los Yanquis y los Medias Rojas, los eternos gigantes en el Este de la Americana.

"La mayorí­a de la gente nos pone para terminar terceros, y eso sólo sirve como motivación a los muchachos", declaró el gerente de los Rays Andrew Friedman. "Sólo sirve para mantener esa mentalidad de que 'somos nosotros contra el resto del mundo' que tuvimos el año pasado".

El equipo duplicó su nómina, ahora en los 64 millones de dólares, y no sufrió bajas sensibles. También se dan el lujo de prescindir, de momento, del cotizado pitcher David Price.

Hace un año, el manager Joe Maddon concibió una consigna para inspirar a su tropa. Lo hizo con la ecuación 9 8. La misma significaba que si los nueve jugadores se esforzaban al máximo, el resultado serí­a ser uno de los ocho equipos en los playoffs.

Maddon tendrí­a que buscarse otra proclama. Con la misma onda matemática, la frase a utilizar es 09 > 08. La implicación es que 2009 es superior a 2008 y obviamentee esta vez el premio es ganar la Serie Mundial.

No será nada fácil. Los Yanquis y los Medias Rojas se reforzaron durante el invierno en procura de recuperar su supremací­a en el Este.

Pero los Rays no se quedaron de brazos cruzados al insertar a Pat Burrell en la parte medular de su potente alineación, además de recalibrar el bullpen.

Y qué decir de una rotación abridora que cuenta con tres aces en camino, como James Shields, Scott Kazmir y Matt Garza. Price podrí­a sumárseles más temprano que tarde.

La irrupción de los Rays era algo esperando, considerando que en los últimos años se llenaron de prospectos y selecciones altas del draft. Lo que nadie se imaginaba era que iban a explotar todos al mismo tiempo.

Irreverentes ante sus oponentes y pese a las lesiones de piezas claves como Evan Longoria, Carl Crawford y Troy Percival, los Rays ganaron 97 juegos.

El repunte se apreció en todo. Fueron casi invencibles como locales (57-24) y no se arrugaron en partidos en partidos contra adversarios en el primer lugar de una división (22-9).

La mejorí­a más dramática fue en cuanto al pitcheo. Hace dos años eran los últimos en efectividad (5.53) por parte de sus lanzadores y carreras permitidas (944), pero en 2008 fijaron un 3.82 de efectividad y toleraron 671 carreras.

Shields fue el más destacado de sus abridores al redondear una marca de 14-8 y 3.56 de efectividad. Kazmir (12-8, 3.49), Matt Garza (11-9, 3.70) y Andy Sonnanstine (13-9, 4.38) no desentonaron.

¿Porqué Price no inicia el año como el quinto abridor?

Pese a que el serpentinero de 23 años mostró su casta en los playoffs, cuando sacó el último out del séptimo out de la serie de campeonato de la liga que le ganaron a Boston, los Rays no quieren apurarlo.

Maddon dijo que el plan es añadirlo a la rotación dentro de unos meses. El equipo también quiere que Price sume un cambio de velocidad a su repertorio, que depende exclusivamente de su recta y slider.

Mientras Price trabaja en las menores, Jason Hammel (4-4, 4.60) será el quinto en la rotación.

Percival (28 rescates en 32 intentos) se ha repuesto de la lesión que le impidió lanzar al final de la campaña, pero no se descarta que Maddon rote a gente para cerrar los partidos. Grant Balfour (1.54), J.P. Howell (2.22) y Joe Nelson (2.00 con los Marlins) podrí­an ser tomados en cuenta para la tarea.

El ataque de los Rays fue más que nada práctico, con el detalle llamativo que ninguno de sus bateadores logró registrar un promedio por encima de .300.

Pero tuvieron a tres hombres que figuraron entre los 20 primeros en cuanto a boletos recibidos, incluyendo al inicialista dominicano Carlos Peña que negoció nueve pasaportes con las bases llenas. Fueron sextos en la estadí­stica embase de la liga, pese a quedar en el penúltimo puesto en bateo.

El primero en el orden es el jardinero central B.J. Upton, quien amasó promedio de .273 con 67 remolcadas y 44 robos. Upton se perderá el inicio del año por una dolencia en el homrbo por lo que Ben Zobrist cubrirá su lugar.

Crawford (.273, 8 jonrones y 57 impulsadas) se mantiene en el bosque izquierdo y Gabe Gross (.242, 13, 38) se desempeñará en el derecho. El tercera base Longoria (.272, 27, 85 en 122 juegos) y Peña (.247, 31, 102) figuran tercero y cuarto, respectivamente.

Burrell (.250, 33, 86) era el jardinero izquierdo con los Filis, pero ahora será el designado. Los Rays carecieron de alguien fijo en ese puesto el año pasado, además de balancear la ofensiva al batear del lado derecho.

Los dos con los mejores promedios ofensivos batean en la parte baja de la alineación: el receptor venezolano Dioner Navarro (.295, 7, 54) y el intermedista japonés Akinori Iwamura (.274). El torpedero Jason Bartlett (.286 en 128 juegos) completa el infield.

Tampa Bay tiene el talento, pero lo malo es que ya no pasarán inadvertidos. Además las secuelas tienen fama de salir mal. Se puede pensar que los Rays, Yanquis y Medias Rojas ganarán más de 90 juegos este año, y uno de ellos quedará fuera de la postemporada. Algo dice que los Rays podrí­an ser los damnificados.

FUENTE: Agencia AP

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