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Ganar dos de grandes vueltas ciclistas en un año, ¿misión imposible?

El español Alberto Contador y el británico Chris Froome, dos de los mejores ciclistas de la última década, se propusieron esta temporada ganar dos grandes vueltas, pero no lo han conseguido, dando la razón a aquellos que dicen que en el ciclismo actual es una misión imposible.

- Un duro calendario -

Unas cuatro semanas pasan desde el final del Giro al inicio del Tour y otras cuatro desde el desenlace de la Grande Boucle y el comienzo de la Vuelta, un período que muchos consideran demasiado corto para recuperar un organismo sometido a tres semanas de intenso esfuerzo.

Sobre todo en el ciclismo actual, donde la preparación para una prueba de tres semanas comienza con meses de antelación.

Contador dominó el Giro de Italia en mayo, pero pagó el esfuerzo en el Tour, en julio, donde sólo pudo acabar quinto.

Froome, por su parte, sobrevoló el Tour de Francia, pero en la Vuelta mostró varios momentos de bajón físico antes de retirarse por una fractura en un pie provocada por una caída.

En el siglo XX fueron muchos los ciclistas que vencieron en el Giro y el Tour en una misma temporada (Coppi, Merckx, Hinault, Indurain...), quedando el italiano Marco Pantani como el último en lograr el doblete (Giro y Tour) en 1998.

Su director deportivo en aquella época, Giuseppe Martinelli, considera que actualmente sólo puede darse un doblete Giro-Vuelta, como lo logró Contador en 2008.

"Giro y Tour el mismo año es imposible y Contador lo ha demostrado esta temporada", aseguró a AFP el actual director de Astana en la Vuelta a España. "Es el campeón más grande capaz de un éxito así, pero se ha enfrentado a numerosas dificultades".

El doblete Tour-Vuelta parece incluso aún más complicado, teniendo en cuenta que la presión en la prueba francesa "decuplica", según Didier Rous, director deportivo del equipo francés Cofidis. "Un ganador del Tour está tan exigido, tanto durante la prueba como después... Obligatoriamente, hay un fenómeno de descomprensión", asegura el antiguo doble campeón de Francia.

- Frescura física y mental -

Tras tres semanas de alta tensión, volver a empezar un mes más tarde requiere de una gran frescura física y mental.

"Al cuerpo le cuesta hacer Tour y Vuelta. Con una buena recuperación no pasa nada, pero disputarlas e intentar ganarlas difícil", asegura el colombiano Nairo Quintana (Movistar), segundo en el pasado Tour y que se mantiene en carrera en la Vuelta, pero es octavo a más de tres minutos del líder Joaquim Rodríguez a cinco días de la llegada final a Madrid.

El doblete pasa, además, por la cabeza: Mentalmente es duro", admite a AFP el ciclista francés Sylvain Chavanel (IAM), que esta temporada se marcó el "desafío personal" de correr las tres grandes vueltas. Estas carreras "suponen cuatro semanas lejos de casa (contando con la concentración del equipo). Eso pesa en el equilibrio familiar". También hay que calibrar bien el entrenamiento para llegar en forma en el momento preciso. "Ya es bastante difícil encontrar un pico de forma, así que encontrar varios...", sonríe Chavanel.

- Un entorno a controlar -

A imagen de Froome, víctima de una caída en la 11ª etapa de la Vuelta, los incidentes en la carretera pueden arruinar todo el trabajo realizado. Y los recorridos del Giro y de la Vuelta son cada vez más exigentes para garantizar el espectáculo, haciendo el doblete aún más aleatorio.

"Deportivamente, a nivel de recorrido, el Giro es el más duro", estima Rous. "La Vuelta comporta menos presión, pero es el final de temporada y hay más cansancio".

"Esta fatiga acumulada explica quizá la hecatombe de la Vuelta este año: además de la caída de Froome, el norteamericano Tejay van Garderen (BMC) o el irlandés Dan Martin (Cannondale-Garmin) también tuvieron que abandonar tras un accidente. Y el italiano Vincenzo Nibali (Astana) fue expulsado de la carrera por agarrarse a un auto tras quedar retrasado... por una caída.

Los recorridos de cada prueba se endurecen de un año a otro y la carrera se hace cada vez más nerviosa: "Desde el inicio tienes que ir con el cuchillo entre los dientes", dice Chavanel.

Para acabar, lograr un doblete implica tener a disposición dos equipos sucesivos alrededor de un líder. Sin duda, el Tinkoff-Saxo de Contador apenas sufrió cambios entre el Giro y el Tour, mientras que el galés Geraint Thomas (Sky), espectacular durante el Tour, está corriendo la Vuelta con más pena que gloria.

"Como en el fútbol o en el rugby, actualmente es el banquillo lo que marca la diferencia", concluye Didier Rous.

FUENTE: AFP