CANNES, Francia (AP). Diego Maradona dijo que varios biógrafos y directores de cine han inventado historias sobre él, mostrándolo como una fuerza malévola e incluso como un mediocre. Pero al fin, agrega, llegó alguien que plasmó correctamente su historia.
La película trata el culto a la personalidad alrededor de Maradona, de 47 años, quien llevó a Argentina al título de la Copa del Mundo en 1986 y a una final en 1990. Incluye imágenes graciosas de seguidores de la llamada "Iglesia de Maradona", quienes cantan su nombre con la melodía de "Ave María", levantan templos dedicados a él e incluso celebran bodas en su honor.
La cinta también explora la antigua dependencia de Maradona a la cocaína, la relación con sus dos hijas y su lado político. En pantalla, Maradona presume un tatuaje con la imagen del ex presidente cubano Fidel Castro y dice que él nunca estrecharía la mano del príncipe Carlos de Gran Bretaña. También afirma que el presidente estadounidense George W. Bush es un "pedazo de basura humana".
Fuera de la pantalla, él es así de franco.
"Parece que cuando uno se vuelve una figura muy conocida no puede hablar sobre Estados Unidos ni Bush", dijo Maradona a los reporteros. "Hay muchos asuntos de los que no se permite hablar. Pero Emir me mostró el respeto que merece todo ser humano. Aún si uno es futbolista, tiene el derecho de expresar sus opiniones sobre alguien que es un asesino".
Aunque el documental no habla de la rivalidad de Maradona con el brasileño Pelé, sí se trató en la conferencia de prensa en Cannes, donde Maradona insistió en que él fue el jugador más grande del mundo, un punto de vista disputado por muchos seguidores del fútbol.
"Le prometí a mis hijas que no hablaría sobre Pelé, pero bueno, no puedo evitarlo. Lo siento por él", afirmó Maradona.
"Si yo no hubiera hecho todas las cosas malas que he hecho en mi vida, Pelé nunca habría podido llegar como el segundo detrás de mí, porque él se acostaba a las 10 de la noche, mientras yo todavía estaba afuera en las baldosas hasta las 5 de la mañana. Esa es la gran diferencia entre nosotros".
Maradona, quien posó para los paparazzi de Cannes malabareando la pelota y equilibrándola en la cabeza, dijo que su pasado descontrolado quedó atrás.
"He abandonado todos esos malos hábitos", dijo un Maradona adelgazado y aseado. "Ahora tengo una vida diferente. Y sobre todo que no estoy viviendo a 100 kilómetros por hora como acostumbraba. Disfruto la vida".
Maradona, quien cooperó con Kusturica en el proyecto, dijo que el documental es la primera película sobre él que está bien hecha.
"He sido descrito como alguien malvado, alguien malo, alguien mediocre", dijo. "La gente ha dicho muchas, muchas cosas sucias sobre mí. Ciertamente Emir fue quien pudo penetrar en mi corazón y hablar sobre lo que he vivido, no sólo en los momentos buenos, sino también en los momentos malos de mi vida".
Una distracción en la película es que Kusturica, un doble ganador del máximo galardón de Cannes, aparece casi tanto como Maradona en el documental. Kusturica alega que Maradona pudo haber sido un personaje en alguna de sus películas de absurdos, y para demostrarlo, incluyó escenas filmadas de ellos, algo que los seguidores de Maradona podrían considerar molesto.
Kusturica explicó que tenía una buena razón para ser tan protagonista. El voluble Maradona no siempre estaba presente cuando el director de cine lo esperaba. "Hubo veces que no podía encontrar a Diego en Buenos Aires", dijo.
FUENTE: Agencia AP