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Uruguayo Schneider se aferra a Dios para no perder la vista

MEXICO (AP). Ignacio Schneider, delantero uruguayo del Querétaro de la segunda división mexicana, dijo el viernes que se aferrara a Dios para no perder el ojo izquierdo que se lastimó en un partido.

Schneider sufrió el desprendimiento de la retina el domingo pasado al recibir un codazo del brasileño Izaí­as Ramos durante un partido contra Socio Aguila. El uruguayo será operado el lunes.

"Antes que nada me aferro a Dios y después a la esperanza, no las quiero perder todaví­a", dijo Schneider al Diario de Querétaro.

"Le pregunté al doctor si yo iba a volver a jugar y me dijo que no sabí­a decirme, depende de cómo evolucione. Tengo que esperar, eso es lo que me mata... sinceramente, todo esto de que si fue mala leche (intencional) o no, ya no me interesa, lo único que me interesa, el único miedo que tengo, es lo que pase el lunes, nada más", agregó.

En la jugada, Ramos levantó el brazo derecho y parece como si quisiera evitar un contacto con Schneider, pero su codo golpea el ojo izquierdo del uruguayo, quien iba con la vista abajo buscando el balón. El delantero charrúa cayó de inmediato al césped del estadio Azteca y luego fue trasladado a un hospital en el sur de la capital donde habí­a sido atendido hasta el jueves, cuando regresó a Querétaro, donde vive.

"Recién hablé con él (Ramos), me dijo que estaba muy preocupado por lo que habí­a pasado y le comenté que eso no era problema, que estaba seguro que no era de mala leche y no creo que haya habido la intención de lastimar a alguien. Si lastimas a alguien así­ tienes que ser un hijo de p...", dijo el uruguayo.

De acuerdo con reportes de la prensa local, en el mejor escenario, el jugador recuperarí­a el 40% de su visión y es difí­cil que vuelva a jugar profesionalmente.

"Yo me amargué mucho porque yo me pregunté '¿por qué voy a volver a recuperar el 40 si yo quiero volver a ver igual?'. Fue cuando se me acerca mi señora y me dice 'es que después de la operación decí­an que te iban a sacar el ojo'. Yo habí­a empezado a llorar, aunque fue de un llanto de tristeza a uno de alegrí­a", concluyó.

FUENTE: Agencia AP