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Valdez: de relator a presidente interino de Conmebol

MONTEVIDEO, Uruguay (AP) — El primer paso en la carrera de Wilmar Valdez, que en apenas dos años lo catapultó de ignoto dirigente de un club menor a presidente interino de la Conmebol, lo dio con la ayuda del entonces presidente de Uruguay, José Mujica, en marzo de 2014.

En aquellos días, una decisión de Mujica de retirar la guardia policial de los estadios forzó la renuncia del presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) Sebastián Bauzá. En medio de una crisis, los clubes eligieron como presidente provisorio a Valdez, entonces un ignoto dirigente de Rentistas, uno de los clubes más modestos del fútbol uruguayo.

Los periodistas no lo conocían y muchos lo llamaban Wilmer y no Wilmar. Tenía 48 años (hoy tiene 50) y había nacido en Tala, una pequeña ciudad de 5.000 habitantes, 20 kilómetros al norte de Montevideo. Escribano de profesión, había intentado también hacer carrera como relator de fútbol. En septiembre de 2014 fue ratificado como presidente de la AUF por un período de cuatro años.

Accedió también al improbable cargo de tercer vicepresidente de la Conmebol, pero la crisis de corrupción de la institución, que terminó con varios de sus autoridades presas, lo llevó en diciembre de 2015 a asumir como presidente provisorio de la confederación rectora del fútbol sudamericano.

Valdez quedó a cargo de la Conmebol tras el arresto en Zúrich de su presidente Juan Ángel Napout. El primer vicepresidente Rafael Esquivel, de Venezuela, ya había sido arrestado en mayo y el segundo, Sergio Jadue de Chile, había sido recientemente encarcelado luego de declararse culpable del pago de millonarios sobornos a cambio de los derechos comerciales de torneos.

"Rentistas es un club muy humilde, y obviamente yo nunca imaginé llegar a la presidencia de la AUF y de la Conmebol, todo en apenas dos años. Pero también es cierto que yo ya llevaba muchos años trabajando en el fútbol y ya tenía bien formada una estructura de pensamiento respecto a lo que necesita el fútbol profesional y cómo debe ser dirigido", dijo Valdez a The Associated Press.

Valdez no se conformó con ser presidente provisorio y anunció que convocaría a elecciones, y que él sería uno de los candidatos. Hoy promete que si es presidente del fútbol sudamericano reformará radicalmente la Conmebol: "Hay que hacer una reforma estructural, administrativa y estatutaria. Yo pienso en una Conmebol donde las cuentas sean claras, la transparencia total y la participación mucho mayor de lo que ha sido hasta ahora. Me refiero a la participación tanto de la federaciones como de los clubes".

Valdez está convencido que el fútbol sudamericano debería tener otra trascendencia en el mundo, tomando en cuenta que los mejores futbolistas salen del continente. "Pero para eso se necesita una Conmebol que funcione de otra manera, que tenga políticas definidas de defensa del fútbol sudamericano", sostiene.

Casado y padre de dos hijos de 11 y 15 años, Valdez sabe que el desafío no es fácil, ya que otro candidato salió al ruedo con grandes apoyos, el paraguayo Alejandro Domínguez, a quien ya han anunciado que votarán las federaciones de Brasil y Argentina, las dos de mayor peso político en el continente. Valdez, en cambio, cuenta con el apoyo de Uruguay y de otros países que prefirió no nombrar.

"Hay más países aparte de Uruguay que me apoyan. Pero lamentablemente sabemos que el peso de Brasil y Argentina es muy grande. En estas horas estoy analizando si realmente tengo chances, y también si hay posibilidades de encontrar un camino de unidad. Yo tengo una buena relación con Domínguez, y coincidimos en lo importante que sería encontrar un camino de unidad en estos momentos complicados del fútbol sudamericano", indicó.

FUENTE: AP