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El fútbol expone los fuertes nexos Venezuela-España

PUERTO LA CRUZ, Venezuela (AP). El nexo entre Venezuela y España se estrechó como nunca en los últimos 100 años.

Ni siquiera la destrucción de monumentos de Cristóbal Colón y el desmantelamiento de una replica de sus carabelas que inspiró en algunos pocos el discurso antiimperialista del presidente Hugo Chávez han logrado hacer mella en aquello que une a ambas naciones.

"Venezuela se nos metió en los tuétanos", dijo Manuel Garcí­a, de 73 años, quien llegó juntos a sus padres a Venezuela a la edad de 6 años, huyendo como muchos otros por la pobreza y la estela de represión polí­tica y económica del dictador español Francisco Franco durante buena parte del siglo XX.

"Los españoles amamos a Venezuela y ni la delincuencia ni el discurso de Chávez va a cambiar eso", dijo Garcí­a a la AP.

Chávez repetidamente ha dicho que Colón fue "el jefe del genocidio más grande que se recuerde en la historia". En el 2002 decretó que el 12 de octubre, el "Dí­a de la Raza", fuese rebautizado "Dí­a de la Resistencia Indí­gena" y ha aplaudido la remoción de estatuas centenarios y otros sí­mbolos del pasado colonial de Venezuela.

De acuerdo a cifras oficiales del gobierno español, en Venezuela residí­an 167.311 de sus ciudadanos en 2010, sólo superada por Argentina (322.022) y Francia (183.277). Sus descendientes suman casi dos millones.

"Te lo prometo, hasta en lo que comemos somos muy venezolanos. Cuando í­bamos de visita a España, siempre llevábamos la harina para las arepas. Ahora no hace falta porque ya se consigue allá", dijo sonriente Maruja Sánchez, una española de 54 años, en alusión el alimento más popular entre los venezolanos.

La arepa es una tortilla hecha con harina de maí­z blanco y rellena desde carne de res, pollo, queso y hasta alimentos exóticos como asados de tiburón y jamón serrano.

"En casi cualquier Corte Inglés (una de las mayores cadenas de tiendas de España) se puede encontrar desde la harina (de maí­z blanco) hasta los mejores rones venezolanos", resaltó.

Venezuela, en tanto, es uno de los mayores importadores en la región de productos españoles desde aceite de oliva hasta jamón serrano, los cuales se pueden conseguir en casi cualquier rincón del paí­s.

Por eso _más allá de los recursos financieros que mediaron para escenificar el partido amistoso del martes_ para los venezolanos y españoles no resulta extraño que el campeón del mundo se mida ante el único seleccionado de Sudamérica que jamás se clasificó a un Mundial de fútbol.

Como una vez lo hizo el Real Madrid de Alfredo Di Stefano en 1963 y la Roja en 1981 en Caracas, figuras de la talla de Iker Casillas, Gerard Piqué, Sergio Ramos, Andrés Iniesta y David Villa mostrarán su talento en el estadio Olí­mpico José Antonio Anzoátegui de la ciudad balneario de Puerto La Cruz, a unos 240 kilómetros al este de Caracas.

El estadio _construido para la Copa América del 2007 y con capacidad para 40.000 aficionados_ es uno de los más modernos del paí­s. Se aguarda casa llena para recibir al huésped español.

"España, para nosotros los futbolistas venezolanos, siempre ha sido un referente", manifestó el volante Juan Arango, quien jugó con el Mallorca de España y abrió el camino a sus compatriotas Nicolás Fedor (Getafe, España) y José Salomón Rondón (Málaga, España).

Otros como Andrés Tuñez, quien viste la camiseta del Celta de Vigo, nació en Caracas, emigró a España y aunque no volvió se encuentra entre los convocados por el técnico venezolano César Farí­as para el cotejo de fogueo.

"Es motivo de orgullo tenerlos aquí­ y confiamos de mostrar nuestros progresos", indicó Arango, ahora volante del Borussia Moenchengladbach de Alemania.

En Venezuela, un paí­s donde el béisbol tradicionalmente ha sido el deporte rey, el fútbol viene ganando terrero por mérito propio de sus talentos, pero para nada es desdeñable también el aporte que la atracción irresistible que provoca entre niños y adultos equipos como el Barcelona y el Real Madrid.

"Sigo al Barcelona y me encanta el fútbol español. Nunca pensé en ver a tantos de mis í­dolos aquí­", dijo Johnny Valero, un estudiante de 17 años, quien prefirió canjear con sus padres un viaje al paradisiaco archipiélago de los Roques, en el caribe venezolano, por unos 90 minutos de juego entre ambos seleccionados.

"Esto va dejar huella" en Venezuela, enfatizó.

FUENTE: Agencia AP