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Los Ángeles, Budapest, París... Tres visiones del después de los Juegos

Inscrita en la carta olímpica desde 2004, la necesidad para las ciudades olímpicas de dejar una herencia positiva se ha convertido en un criterio determinante para el COI, que deberá decidir el 11 de septiembre en Lima, en la elección de los Juegos de 2024, entre las visiones de futuro de las ciudades candidatas que son Los Ángeles, Budapest y París.

Es esta herencia la que detallará la tercera parte del dosier de candidatura entregada por las tres ciudades el viernes al COI.

- L.A., herencia económica y social -

Gracias sobre todo a las infraestructuras heredadas de los Juegos de 1984, Los Ángeles-2024 no prevé la creación de ningún equipamiento perenne. Incluso la Villa Olímpica jugaría la carta del reciclaje, instalada en las residencias universitarias de la UCLA.

También, el plan de modernización de los transportes (punto espinoso del dosier debido a la extensión de la ciudad) fue lanzado en 2009, fuera del proyecto olímpico.

La herencia de los Juegos californianos sería sobre todo, por tanto, económico y social. Como en la edición de 1984 organizada por la ciudad. Sus 93 millones de dólares de beneficio habrían permitido a sus habitantes practicar una disciplina olímpica, formar a 80.000 entrenadores y subvencionar a 2.200 clubes y asociaciones.

Los Ángeles apuesta por las virtudes medioambientales de un proyecto de Juegos de 'cero desechos', con un balance positivo en materia de producción de energía gracias a la utilización de la energía solar.

Según un estudio universitario, los Juegos-2024 podrían además traducirse en beneficios estimados en 18.300 dólares y la creación de 74.300 empleos.

Por otra parte, y es sin duda ahí donde reside el principal argumento de la candidatura, la victoria de Los Ángeles abriría, tras largos años de relaciones tensas, una nueva era en las relaciones del país con un COI muy americanodependiente en el plano económico, en términos de contratos mediáticos y de patrocinio.

El argumento de poner a disposición del COI el saber hacer local, las nuevas tecnologías de Silicon Valley y el cine de Hollywood, es el leitmotiv de la apuesta estadounidense.

- Budapest o la posibilidad de la modestia -

A la inversa de París y Los Ángeles, Budapest no posee la mayoría de las infraestructuras necesarias para albergar los Juegos.

Hungría, que destaca una candidatura "de talla humana", señala que su proyecto "se inscribe en un plan de desarrollo a largo plazo" y abriría la vía olímpica a otras ciudades medianas, en el espíritu de la Agenda 2020 del COI.

La capital húngara prevé 2.400 millones de euros para las inversiones específicas de los Juegos, sabiendo que una piscina y un estadio están ya previstos para los Mundiales-2017 de natación y la Eurocopa-2020 de fútbol.

La ciudad deberá invertir, para algunos deportes de sala, en equipamientos perennes juzgados necesarios.

"Los Juegos solo podrán acelerar el desarrollo" de la ciudad y "mejorar la imagen, ya excelente, desde un punto de vista turístico", señaló Istvan Tarlos, alcalde de Budapest.

La candidatura se inscribe también en la voluntad del primer ministro húngaro, Viktor Orban, precursor de la educación física cotidiana obligatoria en la escuela, de animar en la práctica del deporte, erigido en elemento de afirmación nacional.

- París o la herencia social -

Con solo una piscina y una Villa Olímpica por construir, París afirma estar equipada en un 95%. No es, por lo tanto, en lo concreto donde residiría lo esencial de su herencia, sino en lo inmaterial.

A imagen de Londres-2012, Francia (comprometida desde hace varios años en una política de salud a través del deporte) quiere aprovechar el impulso olímpico para extender la práctica deportiva hacia públicos en la actualidad menos concernidos como las mujeres, la tercera edad o los minusválidos.

Utensilio de salud, el deporte podría también convertirse en una palanca para la educación.

El comité de candidatura ya puso en práctica un programa en las escuelas del país, para iniciar a los niños en valores a la vez olímpicos y cívicos como el respeto, el espíritu de equipo, la amistad, etc.

La candidatura francesa se presenta también como la del desarrollo sostenible con los avales del WWF y del premio Nobel de la Paz Mohamed Yunus, un símbolo de la economía social y solidaria.

Por último, con París como centro, los Juegos beneficiarán esencialmente, en términos de riqueza y de empleo, a su periferia de Seine-Saint-Denis, un territorio joven y pobre de la Francia metropolitana, donde se disputaría lo esencial de la competición.

En esa zona faltan viviendas que serían construidas para la Villa Olímpica y la Villa de Medios de Comunicación, y que se convertirán después en 4.700 apartamentos.

En total, un estudio publicado en junio de 2016 cifraba en 10.700 millones de euros y 250.000 empleos perennes los beneficios potenciales de los Juegos en Francia.

FUENTE: AFP