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Después del juego Lakers-Celtics...

Qué juego! Tremenda intensidad, la fanaticada encendida, partido empatado faltando 30 segundos y... ¡tiempo extra! Definitivamente, una buena práctica de lo que podrían ser las próximas finales (claro que al menos Cleveland y San Antonio querrán opinar sobre esto). Este es uno de esos partidos en donde no puedes ser imparcial. Es sencillo, estas con los Lakers o con los Celtics. El nivel de energía mostrado por ambos quintetos era contagiante. Juego bien físico, Bryant y Rondo intercambiando mensajes poco amigables, Garnett diciéndole en la cara a Odom quienes son los campeones, cada canasta bien disputada y la fanaticada gritando “Beat LA!” toda la noche. Así que demos dos puntos de vista, primero como fanático de los Lakers y luego de los campeones Celtics.

Si eres Lagunero (como dicen en México), primero debes estar contento con la victoria, algo que no logró LA en las finales pasadas. La diferencia en esta ocasión fue que los Lakers igualaron a los Celtics en intensidad y confianza. Durante todo el partido Boston fue líder pero los Lakers no los dejaron nunca sacar una ventaja de más de 6 puntos. Fue el tercer partido en cuatro días para LA, por lo que era de esperarse que la ofensiva no estuviera en su mejor momento (fallaron 12 tiros libres, varios en momentos claves). Kobe terminó con 34% en tiros de campo pero encesto tres tiros detrás del arco faltando menos de 5 minutos en el juego y con Pierce en la cara, que dejaron frío a todo el Garden. La estrategia de Jackson de usar a Powell, quien jugó 22 minutos, como “enforcer” fue clave ya que ayudo a igualar el juego físico de los Celtics.

Si eres Bostoniano, debes estar contento con la banca de los Celtics. Comenzando con House y Powe, quienes aportaron 26 puntos y 11 rebotes. La defensa difícil toda la noche para Los Angeles, con Boston mostrando el juego físico que les ha dado tanto éxito. Las penetraciones fueron casi nulas y Kobe se debió conformar con los tiros de más de 15 pies gracias al trabajo de Pierce. Este último y Allen sacaron la cara con 43 puntos. Rondo demostró porque es parte de los cuatro fantásticos de Boston, terminando con 16 puntos, 8 rebotes y 12 asistencias. Jackson tuvo que mantener a Kobe defendiéndolo, lo que en otra noche hubiera permitido a Pierce explotar a la ofensiva de no ser porque no estuvo en su mejor momento. Al final la diferencia fue sólo un punto con una jugada que Ray Allen había logrado completar dos días atrás para ganarle a los Sixers y en donde se quedó esperando el pitazo del árbitro. Además, Garnett salió por faltas en el momento más importante del juego, algo que Rivers no permitirá se repita si se ven las caras nuevamente.

La serie termina 2-0 a favor de Los Angeles, por lo que si ambos equipos llegan a las Finales y tienen el mismo record, los Lakers tendrán la ventaja de casa. Pero como todos sabemos, la rivalidad entre estos dos equipos es histórica (se han enfrentado diez veces en las finales), representa lo mejor de la liga (entre ambos han ganado 31 de los 62 títulos) y esta tan viva como cuando Russell se enfrentaba a Chamberlain o Magic a Bird. Si no me creen, Odom dijo luego del partido: “Buena victoria pero no sentiremos la venganza si no los enfrentamos en la serie de siete”. A lo que Pierce comentó: “Sería grandioso.” Y si los dioses del baloncesto nos complacen con otra fiesta como la de ayer en Boston, Kobe enfrentará a Pierce y estaremos celebrando nuevamente en Junio.

FUENTE: Gaspar Modelo Howard

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