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El Mundial de Ajedrez enfrentará al noruego Carlsen contra el ruso Kariakin

Los especialistas anuncian el enfrentamiento "más interesante en 30 años", cuando el campeón del mundo de ajedrez, el noruego Magnus Carlsen, defienda su título contra el ruso Serguei Kariakin a partir del viernes en Nueva York.

La primera partida, que comenzará a las 18H00 GMT, se disputará dos días después del terremoto político que aún supone la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

Invitado por el presidente de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), Kirsan Iliumzhínov, a inaugurar el evento, el presidente electo no ha confirmado su presencia.

Pocas veces antes un Mundial habrá opuesto a dos jugadores tan jóvenes: Kariakin tiene 26 años y Carlsen los cumplirá el 30 de noviembre, último día de competición.

"Hacía mucho mucho tiempo que no habíamos tenido un enfrentamiento entre dos jugadores de la misma edad", se entusiasmó la leyenda del juego Anatoli Karpov en conversación con AFP.

Los dos jugadores nacidos en 1990 son rivales casi desde la infancia. Con 12 años y 7 meses, el ruso se convirtió en el gran maestro internacional más joven de la historia, seguido de cerca por el noruego, que logró el título a los 13.

Si Carlsen es el favorito de las apuestas, el prodigio Kariakin tiene también posibilidades de ganar el torneo y los 600.000 euros que le acompañan. El perdedor se llevará 400.000 euros.

Durante las 12 partidas previstas, los jugadores ganan un punto en caso de victoria y medio en caso de tablas. El primero que llegue a 6,5 puntos será declarado vencedor. Si al cabo de 12 partidas se mantiene la igualdad, se organizarán más partidas.

El ruso, que se entrena al menos seis horas diarias, está respaldado por cinco entrenadores. De pequeño era mejor que Carlsen pero hoy ya no ve "prácticamente ningún punto débil" a su rival, dijo a AFP.

Como Kariakin, Carlsen se entrena en gran parte con programas informáticos. "Tienen un juego muy similar: una técnica consolidada, buenas aperturas y capacidad para tomar decisiones rápidamente", explica Yuri Dojoian, uno de los entrenadores de Kariakin.

- No habrá 'batalla ideológica' -

Nacidos poco antes de la caída de la Unión Soviética, los dos jóvenes sienten en el tablero un perfume a Guerra Fría, en momentos en que las relaciones entre Rusia y Occidente registran fuertes tensiones debido a su oposición en el conflicto en Siria y la crisis en Ucrania.

Con un jugador ruso y otro occidental, el campeonato recuerda, salvando las distancias, al de 1972, la llamada 'partida del siglo', disputada en plena Guerra Fría y que el soviético Boris Spassky perdió contra el excéntrico gran maestro estadounidense Bobby Fischer.

"Hoy se espera el mismo tipo de enfrentamiento, salvo que esta vez la competición no debe convertirse en una batalla ideológica", esperó Kiril Zangalis, portavoz de la Federación rusa.

Un deseo que no comparte el extravagante presidente de la FIDE. Él desea, al contrario, "resucitar la fiebre del ajedrez de aquella época".

"Entonces era la URSS contra Estados Unidos. Hoy es la Unión Europea, los estadounidenses y sus sanciones contra Rusia", dijo ante los periodistas en Moscú Kirsan Iliumzhínov, que no puede viajar a Estados Unidos desde que su nombre fue incluido en una lista negra por su presunto apoyo al régimen sirio.

El ajedrez está considerado en Rusia como "un deporte particularmente ruso", de ahí su importancia para el país, explicó Zangalis.

En la época de la URSS, los jugadores de ajedrez encarnaban la supremacía del sistema soviético y, al igual que los campeones de otros deportes o los bailarines del Bolshói, tenían que ayudar a garantizar el prestigio del país en el extranjero.

- Sin riesgos -

Durante los inestables años '90, el ajedrez perdió parte de su popularidad en Rusia, pero ahora vuelve a estar de moda: "La Federación Rusa de Ajedrez registra un número récord de inscripciones este año en los clubes", se alegró Kiril Zangalis.

La única pega es que el enfrentamiento podría estar marcado por la prudencia y carecer de golpes de efecto, se preocupa Karpov. "En un campeonato a solo 12 partidas, los jugadores no pueden permitirse muchos riesgos", explica.

Pero Zangalis está convencido de que será "la serie de partidas más interesante" desde la que opuso a Karpov contra su compatriota Gary Kasparov, que comenzó en septiembre de 1984 y terminó en... febrero de 1985.

FUENTE: AFP