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Orgullosas de su fuerza, las sudafricanas se apasionan con el 'roller derby'

Equipadas con cascos y protecciones multicolores, son una decena a chocar unas con otras en una pista de hormigón azul, adeptas al 'roller derby', un deporte de contacto que crece en popularidad entre las sudafricanas.

En una sala de Turffontein, en las afueras de Johannesburgo, un grupo de mujeres da vueltas a una pista y dicen que dar vueltas en patines es el mejor método para sacarse de encima el estrés, mucho mejor que cualquier clase de gimnasia.

"¡Juntaos un poco más!, grita su entrenador, Nic Chalmers.

La base del 'roller derby' es fácil: en una pista ovalada, cada equipo designa a una patinadora que debe adelantar en rondas de dos minutos a las rivales del otro equipo, autorizadas a hacer cualquier cosa (o casi) para impedírselo, incluido tirarla al suelo.

Esta disciplina nació en los años 1930 en Estados Unidos y actualmente está extendida en todo el mundo, sobre todo en los países anglófonos, donde atrae especialmente a las mujeres.

Al continente africano llegó recientemente y fue introducida en Sudáfrica por dos pioneras tras descubrir este deporte en una película.

Desde entonces, lo practican mujeres de todas las clases sociales, desde abogadas a amas de casa, que hasta entonces muchas de ellas no hacían ningún tipo de deporte.

"Uno de los aspectos más atractivos, más emancipadores del 'roller derby' es que está hecho para ti, ya seas grande, pequeña, deportiva, vieja o no", asegura Dianne Silva, una médica de 30 años.

Para muchas de sus adeptas, el 'roller derby' se ha convertido en algo más que un simple deporte: es una actividad que valoriza a las mujeres.

"No está hecho para los imbéciles", dice Silva, que dirige una liga sudafricana que reúne a cuatro equipos. "En la pista, utilizamos permanentemente nuestra cabeza (...), es un juego de reflexión", que esta practicante compara a como "si juegas al ajedrez al mismo tiempo que te lanzan piedras", resume.

Sus practicantes lo califican de adictivo y se felicitan de que el juego desarrolle un fuerte sentimiento de camaradería.

- Sentirse 'fuerte' -

"No importa vuestra experiencia deportiva, que la tengas o no, es una comunidad y eso es lo más importante", juzga Nic Chalmers.

En el 'roller derby' no es raro que un participante sea catapultado contra el suelo o encontrarse a cuatro patas de rodillas, pero las jugadoras se levantan rápido para enfrentarse de nuevo a sus rivales.

"Esto me motiva para ser fuerte. No soy la más pequeña y gracias a eso puedo ser rápida", se enorgullece Aimee Plank, de 23 años. "Tengo la sensación de poder hacer lo que yo quiera con los patines", añade la chica, quien asegura sentirse "poderosa" cuando rueda.

Aimee Olsen ha acabado lesionada varias veces tras una prueba de 'roller derby', pero confiesa que los escalofríos y las sensaciones que procura son irresistibles. "Es un deporte que marcha con adrenalina", asegura.

Fuera de las pistas, alrededor del 'roller derby' se crea "una comunidad en la que las mujeres se dan fuerza mutuamente", según Olsen. "Desde que empiezas, descubres una especia de familia que pasan a formar parte de tu vida cotidiana", destaca.

Para mostrar sus fuerzas, las jugadoras y los equipos no dudan en atribuirse "nombres de guerra". Entre los más reveladores se puede encontrar 'Betty quebrantahuesos' o 'Bruja rugiente'.

"Es como si me convirtiese en otra cuando calzo los patines", describe Aimee Plank, también conocida como 'Tirana de hierro'.

"Lo que es genial en el 'roller derby' es que puedes hacer lo que quieras: una gentil bibliotecaria o una asesina en la pista", se entusiasma Dianne Silva. "Esta doble identidad provoca miedo en tu rival, es un juego de intimidación", bromea quien se hace llamar 'D-fibrilator' ('Desfibrilador').

En la Sudáfrica post-apartheid, el 'roller derby' está aún practicado mayoritariamente por mujeres blancas, por lo que su próximo desafío consiste en atraer a las de raza negra.

FUENTE: AFP