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La halterofilia, ante el desafío de salir de la sombra del dopaje

La halterofilia, que representa casi la mitad de los nuevos casos de dopaje revelados en las muestras de los Juegos de Pekín-2008 y Londres-2012, tiene su credibilidad hundida, hasta el punto de que hay muchos que se preguntan por el futuro olímpico de un deporte presente en los Juegos sin interrupción desde 1896.

A 1 de diciembre, de los 104 casos de dopaje de Pekín-2008 y Londres-2012 identificados de manera retroactiva en los últimos meses, 48 conciernen a la halterofilia, según las cifras de la Comisión Olímpica Internacional (COI), que varían casi todos los días.

El balance puede aumentar, ya que aún continúan los reanálisis de las muestras de ambos Juegos.

Para la halterofilia, regularmente afectada por el dopaje, como el atletismo o el ciclismo, la situación es desastrosa. El podio entero de los -94 kg de los Juegos Olímpicos de Londres se ha visto afectado, e incluso el actual bronce podría ahora acabar en novena posición.

El campeón olímpico, el kazajo Ilya Ilin, positivo por esteroides, tendrá que devolver el oro, igual que el ruso Alexandr Ivanov, la plata, y el moldavo Anatoli Ciricu, el bronce. Ilin, campeón cuatro años antes en Pekín, dio también allí positivo y fue descalificado.

Ilin fue designado mejor levantador de pesas por la Federación Internacional (IWF) en los años 2005, 2006, 2014 y 2015.

En una entrevista con la AFP, el director general de la propia IWF, el húngaro Attila Adamfi, no oculta su perplejidad por la sucesión de nuevos casos en estas citas olímpicas.

"Estamos sorprendidos, pero estos resultados suscitan muchos interrogantes; en estos reanálisis, que siempre hemos apoyado, nosotros y el mundo del deporte", dice. "Hay preguntas sin respuesta: sabemos cuántos controles se han hecho, cuántos positivos se han identificado, pero no hay ninguna estadística sobre los deportes o los países afectados", comentó Adamfi.

"Por ejemplo, no sabemos cuántos deportes se han analizado o cuántos controles se han realizado en cada deporte. Reconozco que la halterofilia es un deporte de alto riesgo, eso es indiscutible, por lo que los esteroides son muy eficaces ahí, pero si vemos los resultados positivos se obtiene un mapa de los países afectados y si se comparan los resultados con los del reciente informe de la Agencia Mundial Antidopaje, no coincide. Surgen por tanto preguntas sobre quién ha decidido los controles, los deportes y los países afectados", añade.

Para Adamfi, su deporte está "en peligro", pero "no está más amenazado que los demás deportes olímpicos". Valora así la posibilidad de que la halterofilia deje de ser olímpica, lastrada por los escándalos.

- Alto riesgo -

El Comité Olímpico Internacional (COI) efectuará en 2017 una revisión de su programa de cara a los Juegos de 2024.

"Existe un problema manifiesto con la halterofilia", constata un experto cercano al COI. "Evidentemente, es uno de los deportes donde el dopaje puede aportar más beneficios", afirmó.

"Claramente, la halterofilia es un deporte con alto riesgo de dopaje, y el importante número de casos detectados por la IWF en colaboración la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) en el Mundial de 2015 en Houston, así como por el COI en sus reanálisis de muestras, lo prueban así", reacciona por su parte Olivier Niggli, director general de la AMA.

Antes de los Juegos de Río, la IWF excluyó a Bulgaria, suspendió a Rusia y retiró cuotas a varios países, dentro de sus medidas antidopaje.

Aún así, hay expertos que lanzan un mensaje optimista: los casos que ahora surgen del pasado son de antes de las nuevas medidas. Para Niggli, la IWF cuenta con un programa antidopaje "sólido", pero "tendrá que extraer lecciones de los numerosos casos de dopaje recientes".

FUENTE: AFP