PARIS (AP). Los nervios de jugar en el estadio principal y en circunstancias inusitadas menoscabaron de entrada a Eduardo Schwank, la revelación argentina del Abierto de Francia.
"Me sentí nervioso. Estaba en una estadio grande, a lo cual no estoy acostumbrado", declaró Schwank tras su revés 6-2, 6-3, 3-6, 7-6 (9) en el Philippe Chatrier, la cancha principal de Roland Garros. "Estaba perdido ... me sentí lento".
"Me iba a sentir mal perdiendo en tres sets, al menos terminó mejor de lo que pensaba", añadió en referencia a su reacción en la parte final del duelo.
Mathieu, 18vo cabeza de serie, debió sudar para cantar victoria al extremo de necesitar cinco match points, incluyendo tres en el tiebreak.
Schwank se quedó con la idea que el desenlace del partido pudo haber sido otro si se iban a los cinco sets.
"Si zafaba ese set (el cuarto), creo que en el quinto iba a estar más suelto y él más presionado", dijo el argentino de 22 años.
Su desempeño en Roland Garros, la única raqueta de su país que pudo avanzar hasta la tercera ronda, fue probablemente la única nota positiva para el tenis argentino en esta edición.
La derrota ante Mathieu cortó una racha de 20 victorias consecutivas, la cual incluyó sus títulos en tres challengers (Cremona, Roma y Burdeos), además de la fase previa y las dos en el cuadro principal del Slam parisino. Todo esto le permitió meterse por primera vez a los 100 mejores del mundo y se presentó al torneo como el número 75.
En su debut en un Grand Slam, Schwank se dio el gusto de eliminar al español Carlos Moyá, un ex número uno mundial y ex campeón de Roland Garros.
No todo fue placentero, ya que un incendio en la habitación en la que se hospedaba en Burdeos le costó la pérdida de su pasaporte, ropa, computador portátil y hasta dinero ganado en torneos.
"Han sido dos meses bastante difíciles, pero a la vez satisfactorios", dijo Schwank. "Esto le va a venir muy bien a mi carrera ... Estamos en buen camino".
FUENTE: Agencia AP