LA HABANA (AP). El cubano Anier García, doble medallista olímpico de los 110 metros con vallas, se retiró del deporte con una mezcla de tristeza y de tranquilidad porque tiene un sucesor exitoso con el flamante campeón olímpico, Dayron Robles.
El atleta de 32 años explicó que por repetidas lesiones no se clasificó a la olimpiada de Beijing y decidió colgar los botines después de más de 20 años de competencias.
García llegó a la cúspide de los 110 metros con vallas cuando ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Sidney (2000) con un tiempo de 13 segundos, su mejor registro de por vida.
"Fue grandioso, ese día estaba muy bien y seguro de mis posibilidades, le gané a todos mis rivales incluido al más grande, el vallista que más admiro, el estadounidense Allen Johnson", recordó.
Sin embargo agregó que el recuerdo más grato fue la medalla de bronce olímpica de Atenas, cuatro años después. "Me recuperé de una lesión, a fuerza de voluntad y disciplina, saqué el extra para esa presea que nadie esperaba, ni yo mismo", narro.
Al extrovertido caribeño, que confiesa su pasión por la música y el baile, le quedaron dos cosas pendientes. "Nunca fui campeón mundial, quedé dos veces con plata (1999 y 2001) detrás de Johnson. Además no bajé la marca de 13 segundos, en mi mejor momento tenía el récord mundial a mi alcance, pero siempre me faltó algo".
Licenciado en cultura física y padre de "Aniercito", de cuatro años, García integrará el grupo de entrenadores de Robles, junto con Santiago Antunes que también fue su preparador.
"Me entusiasma transmitirles mi experiencia a Dayron y demás jóvenes, contribuir a que las vallas cubanas sigan en lo alto del podio", concluyó García.
Robles fijó este año el récord mundial de 12,87 segundos.
FUENTE: Agencia AP