Se tiraron uno a otro las preguntas que se les hacían como si estuviesen pasándose la pelota en la cancha.
La actitud sosegada de Mina y Cuadrado también tiene su explicación: los dos se destacaron en sus posiciones y marcaron dos de los tres goles de la victoria ante los polacos.
Dos jugadores que también llegaron a Rusia con interrogantes porque venían con inactividad por diferentes factores. Cuadrado se recuperó tras operarse por una pubalgia a la que se sometió seis meses antes del viaje a Rusia. Mina quedó como un cero en la izquierda en el Barcelona.
“La verdad cuando uno no tiene ese ritmo cuesta un poco, pero cuando estás en la selección se te olvida todo”, señaló Cuadrado. “Vine de un momento difícil, pero nunca perdí la confianza”.
“Siempre es importante mantenerse en ese pensamiento positivo porque a veces uno en esas situaciones se le vienen muchas cosas en la cabeza”, agregó el extremo de la Juventus.
Cuadrado es visto como un jugador de gran sacrificio en la cancha y Colombia necesitará eso precisamente el jueves cuando se mida contra Senegal, al que debe sacar los tres puntos para avanzar a la segunda ronda del Mundial. “Hay que preguntarle al ‘profe’ (José Pekerman)”, respondió con una carcajada cuando se le interrogó si creía que el técnico repetiría el equipo que derrotó a Polonia.
Mina, un gigante de 1,95 metros, no tenía asegurado jugar en Rusia. Pekerman decidió alinearlo desde el vamos contra los polacos con la tarea, entre otras cosas, de neutralizar las llegadas de Robert Lewandowski y apuntalar a la defensa tras la derrota 2-1 contra Japón.
El central defendió y se sumó al ataque. Una pelota que peinó a pase de James Rodríguez a poco de que terminara el primer tiempo abrió la goleada colombiana. El alto defensor atrajo porque le imprimió el sabor a la celebración con el baile del “Salsa choke”.
FUENTE: AP