BARCELONA, España (AP). Para coronar una semana dura por la eliminación de la Liga de Campeones, el Barcelona volvió a tropezar el sábado en la liga española al encajar una dolorosa derrota por 1-0 en cancha del Granada, que allana considerablemente el camino hacia el titulo para el Atlético de Madrid.
Goles del argentino Angel Di María a los 28 minutos, Gareth Bale (53), Isco Alarcón (56) y Alvaro Morata (85) permitieron al conjunto merengue igualar transitoriamente el total del Atlético, que puede volver a distanciarse en caso de ganar el domingo en su visita al Getafe. De triunfar, los colchoneros ampliarían a cuatro unidades su ventaja sobre el conjunto azulgrana.
La segunda derrota consecutiva del Barsa cayó por el gol de Yaché Brahimi a los 16 minutos y la propia inoperancia ofensiva del equipo culé, que acumula dos cotejos sin marcar un gol y vio cómo el astro argentino Lionel Messi, autor de 25 dianas en el campeonato, se quedaba sin marcar tras una racha de 10 tantos en las cinco últimas fechas.
La peor lectura para los azulgranas es que ya no dependen de sí mismos para revalidar su corona, pues necesitan de un tropiezo del Atlético en las próximas cuatro fechas si quieren llegar con opciones a la última, en que reciben al cuadro de Simeone, que además los eliminó el miércoles en los cuartos de final de Champions.
"La liga ya no depende de nosotros. Al equipo no tengo nada que reclamarle. Nos faltaron los goles. Hoy no quiso ser", declaró un tenso Martino. "No creo que las rotaciones fueran decisivas en un partido que el Barcelona debió haber ganado".
"El vestuario siente que se va algo importante, pero el miércoles debemos intentar ganar la final. Yo no puedo sentirme bien después de estos resultados, pero no hay que confundir tristeza con bajar los brazos", agregó.
El discurso del timonel fue similar al expresado a pie de cancha por Andrés Iniesta. "Es un paso atrás. Nos duele por lo poco que queda", lamentó el volante barcelonista. "Difícil dar una explicación. Nos ha faltado el gol, todo lo demás lo hemos controlado. Teníamos que ganar aquí y no lo hemos hecho. Cuando los equipos vienen de unas sensaciones raras, suelen pasar estas cosas".
Martino reservó a los laterales Jordi Alba y Dani Alves para la final de Copa, dando la alternativa a Martín Montoya y Adriano; y ante las bajas por lesión de los centrales Gerard Piqué y Marc Bartra, optó por retrasar a Sergio Busquets a la posición de zaguero, otorgando la manija del equipo a Alex Song.
El plan tardó poco más de un cuarto de hora en evidenciar todas sus carencias, pues el camerunés se atolondró en una conducción por el centro y perdió un balón que Fran Rico convirtió en caramelo para la carrera de Brahimi, hábil en explotar el espacio a la espalda de Busquets, resistente ante la ayuda de Montoya y certero frente a José Manuel Pinto, a quien superó por el palo corto.
La reacción del Barsa fue inmediata pero insuficiente: una comba desde la izquierda de Neymar para Messi, que el rosarino cabeceó fuera por poco. El brasileño fue lo mejor y peor del cuadro azulgrana. Activo y bullicioso, no dudó en encarar a sus rivales con diagonales hacia el centro y una buena rosca que salvó Orestis Karnezis; pero también se enredó en peleas absurdas y distractoras que le valieron una tarjeta amarilla antes del descanso, cerrado con un nuevo zapatazo de Rico que pudo repeler Pinto con apuros.
El balance ofensivo del equipo de Martino, claramente deficiente en la primera mitad, mejoró ostensiblemente en la segunda, pero emergió entonces también la figura de Karnezis, con mano firme para desviar una volea envenenada de Cesc Fábregas tras dejada de Neymar, quien luego cruzaría en exceso a pocos metros del arco.
El Granada, agazapado, seguía fiando su suerte a las escaramuzas de Brahimi, pero Montoya aprendió la lección del primer gol y salvó el segundo antes de que Messi viera frustrado un tiro libre directo por el arquero local, nuevamente decisivo en un remate raso de Busquets.
El chileno Christian Bravo debutó por el Granada y su compatriota Alexis Sánchez ingresó en el once barcelonista junto a Alba, dejando la cancha Busquets y Adriano.
Sánchez habilitó a Neymar ante Karnezis, pero el remate del brasileño salió mordido y pudo despejar Tiago Almeida. Tampoco acertó Iniesta en disparos consecutivos y el Granada acabó perdonando el segundo en claros contragolpes con el Barsa vencido, doblando la rodilla por segunda vez en cuatro días.
El flanco izquierdo de la defensa del Almería fue un maná para el Madrid, que se hartó de infiltrar el área de Esteban Suárez por ese costado. El arquero aguantó casi media hora invicto porque la madera repelió un primer mísil de Di María. Bale y Karim Benzema, excelsos en todo lo demás, exhibieron poca puntería.
Pero Suárez claudicó finalmente ante un zurdazo con efecto fotogénico del argentino, en clásico slalom.
Di María continuó liderando el ataque blanco también desde la esquina, obligando a una ágil respuesta del arquero, y combinando en la segunda mitad con Benzema, quien asistió el duro disparo de Bale para el segundo. Con el Almería vencido y la grada de fiesta, Alarcón añadió el tercero de disparo raso y Morata definió con clase un gran servicio de Asier Illarramendi.
En partidos anteriores, la Real Sociedad empató 2-2 con el Celta de Vigo y se vio rebasada por el Villarreal, sexto tras vencer 1-0 al Levante.
FUENTE: ALEX OLLER (Associated Press)