MONTEVIDEO (AP). No hubo grandfes festejos el martes en Uruguay, donde las celebraciones quedaron apagadas tras la derrota 3-2 ante Holanda en las semifinales de la Copa del Mundo.
A pesar del revés, se lanzaron algunos cohetes y se intentó repetir el coro de "soy celeste", aunque el ambiente era más bien sombrío y la retirada de los hinchas fue silenciosa.
Las actividades laborales se habían restringido al máximo con motivo del crucial partido.
"Se nos cayó un sueño", dijo Oscar Umpiérrez, un dueño de kiosco de diarios y revistas que había cerrado su negocio una hora y media antes de iniciar el encuentro.
Los éxitos de la "Celeste" en Sudáfrica habían desatado euforia en Uruguay, que soñaba con lograr su tercer título mundial.
FUENTE: Agencia AP