KIMBERLEY, Sudáfrica (AP). Cada paso de Uruguay en el Mundial agranda aún más la leyenda de Oscar Washington Tabárez.
La selección "Celeste" no lograba colarse entre los ocho mejores equipos del planeta desde el Mundial de México 1970. Y el técnico uruguayo tiene mucho que ver en todo ello.
"Creo que el entrenador ha sido una pieza fundamental", dijo el volante Alvaro Pereira.
En su segunda etapa al frente de Uruguay, con 63 años, y una larga trayectoria en los banquillos de todo el mundo, Tabárez dirigirá frente a Ghana el partido más importante de su vida.
"Trato de no pensar en esas cosas, de alejarme de esos pensamientos, porque desconcentran, aunque uno no quiera", consideró Tabárez. "Creo que para el fútbol uruguayo sí es el partido más importante de los últimos tiempos".
La trayectoria de Tabárez ha alcanzado en Sudáfrica su cenit. El técnico uruguayo se dio a conocer a finales de los 80, cuando condujo a Peñarol al título de la Copa Libertadores en 1987. Tabárez tomó las riendas de la "Celeste" en el Mundial de Italia 1990, donde el anfitrión lo eliminó en la segunda ronda y se marchó sin colmar las expectativas, como él mismo ha reconocido en numerosas ocasiones.
El salto a Europa era cuestión de tiempo, pero las cosas no funcionaron para el maestro. Entrenó sin éxito al Milan y tras un breve paso por el Oviedo en España regresó a Sudamérica. Luego que Uruguay quedó fuera de Alemania 2006, Tabárez volvió al equipo nacional.
Tampoco fue fácil.
Uruguay se clasificó en el repechaje ante Costa Rica, después de un desempeño irregular en las eliminatorias sudamericanas.
Pero en Sudáfrica, Tabárez, como profesor aplicado, tenía la lección bien aprendida.
"Es indiscutible que estos años se ha hecho un trabajo serio, profesional, planificado y coherente, tal vez como nunca se ha hecho antes en Uruguay", reconoció el capitán Diego Lugano. "Si hoy estamos compitiendo a este nivel es por ese trabajo serio y organizado (del entrenador) y no porque seamos superestrellas".
Tabárez tomó decisiones difíciles. Y creó un grupo, más allá de nombres propios. Dejó fuera de la lista a jugadores como Cristian Rodríguez, que se iba a perder los dos primeros partidos por sanción. Apostó por la juventud de estrellas en ascenso como Luis Suárez y Edinson Cavani y los mezcló con futbolistas consagrados como Lugano y Diego Forlán, cuyo compromiso con la "Celeste" es incuestionable dentro y fuera del campo.
"Es un técnico bastante tranquilo, con mucha experiencia, que ha sabido manejar muy bien al grupo. La experiencia que él ha vivido estando en el (Mundial) 90 y en otros equipos ha servido mucho para todos", explicó Forlán.
"Este equipo es el resultado de un proceso, de un proyecto que comenzó hace tres años", añadió Cavani. "En Sudáfrica se está viendo el resultado de ese trabajo".
FUENTE: Agencia AP