Béisbol Béisbol - 

Clásico: Abucheos para Magglio Ordóñez en Miami

MIAMI (AP). Los abucheos comenzaron desde la presentación de las alineaciones: un sonoro "¡buuuu!" de una tribuna compuesta en su gran mayorí­a por fanáticos venezolanos en el Dolphin Stadium de Miami.

Paradójicamente, el jugador que era presentado no era de Holanda, el rival de turno de Venezuela el sábado en el inicio de la segunda ronda del Clásico Mundial de Béisbol. Se trataba del jardinero venezolano Magglio Ordóñez, una de las máximas estrellas del equipo "vinotinto" que compite en el torneo.

Como suele suceder, la polí­tica se mezcló con el deporte y el motivo para los abucheos a Ordóñez es su simpatí­a con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

"Antes de venir a este torneo sabí­a que iba a pasar... ya nosotros (los venezolanos) estamos acostumbrados a estas cosas, y yo estaba preparado" para los abucheos, expresó Ordóñez, quien participó en una reciente campaña polí­tica con Chávez.

El guardabosque lamentó la reacción del público porque "cuando me pitan a mi, nos están pitando a todos" los jugadores del equipo.

"En vez de prestarle atención al juego, están pendientes a que yo me ponche", agregó el toletero. "Me siento muy avergonzado por todos los abucheos de los venezolanos".

Venezuela ganó por 3-1 y Ordóñez se fue de 3-0, con un ponche.

El coro de abucheos y de gritos de "¡chavista, chavista!" acompañaron a Ordóñez en todos sus turnos al bate, y cuando abanicó en el cuarto inning el público venezolano lo celebró como si se tratara de un jonrón.

Tal fue el acoso a Ordóñez, campeón de bateo de la Liga Americana en el 2007, que el manager venezolano Luis Sojo lo sacó del partido antes de comenzar el octavo inning.

El público aplaudió su salida.

Su compañero Miguel Cabrera, que conectó un jonrón en el triunfo, dijo que todo el plantel apoya a Ordóñez.

"No me gusta. Somos parte de un paí­s, somos Venezuela", señaló Cabrera, compañero de Ordóñez con os Tigres de Detroit. "Le dijimos 'quédate tranquilo'. Uno no puede mezclar la polí­tica con la pelota, con el deporte".

El público ciertamente lo hizo y dejó muy claro su sentir cada vez que Ordóñez se paró en el plato.

"¡Por mi que lo boten!", exclamó Simon Azlak, un joven venezolano residente en Miami que observaba el partido acompañado por varios amigos.

Miami es sede de una numerosa comunidad venezolana, en gran parte compuesta por personas opuestas a las polí­ticas de Chávez.

"Que lo expulsen de Grandes Ligas", agregó Alex Regulo, uno de sus amigos que también vive en Miami. "No lo queremos ver más", sentenció otro amigo Juan Rangel.

Sin embargo, algunos fanáticos venezolanos se expresaron molestos por la reacción de sus compatriotas hacia Ordóñez.

"A mi me parece injusto, porque él está jugando por Venezuela", comentó Ví­ctor Alvarado, un venezolano residente en México que viajó a Miami para ver los partidos del Clásico y que estaba acompañado por su madre y su padre, todos vestidos con camisetas de la selección sudamericana.

"No estoy de acuerdo con los abucheos", coincidió Gustavo Bernal, un venezolano que viajó desde Barquisimeto al torneo.

FUENTE: Agencia AP