Marcelo Bielsa, tan comprometido como intransigente en esta primera parte de la temporada en Marsella, ha puesto a todo el mundo de acuerdo en cuanto a la efectividad de sus métodos y ha hecho de su equipo el campeón de otoño en el fútbol francés.
De hecho, el argentino de 58 años, que anteriormente llevó al Athletic Bilbao a las finales de la Europa League y de la Copa del Rey en España, que hizo que Chile se convirtiera en un rival a la altura de brasileños y argentinos, se tomó su tiempo.
Metódico, incluso obsesivamente meticuloso, sometió a un riguroso examen al club, a la plantilla, a las infraestructuras y al ambiente.
Tras llegar a Bilbao en 2011, durante una rueda de prensa expuso su trabajo de preparación a los periodistas, con esquemas tácticos y videos de apoyo. Si su incapacidad para hablar - pero no para entender - el francés le ha impedido hacer público el trabajo que ha hecho desde su aterrizaje en la Cannebiere.
Preguntado al respecto a mediados de diciembre, el delantero Andre-Pierre Gignac confirmó que Bielsa hizo un aparte con algunos jugadores - sus "muchachos" - para darles un análisis personalizado, y no escatimó en elogios para con el técnico y su método único.
"Es completamente diferente. Revisa los partidos, nos dice lo que hemos hecho y lo que no, como desplazamientos, comunicación, triangulaciones. Lo que no hacemos en el partido, lo hacemos en el entrenamiento, y lo repetimos hasta que lo hacemos bien", desveló el delantero.
- "Ninguna debilidad" -
El rosarino, jugador medio en Newell's Old Boys y nacido en una familia de intelectuales y hombres de política, es conocido por su exigencia, pero también por la calidad de juego que desarrollan sus equipos y su espíritu que él les inculca.
"Cuando nos habla antes de los partidos, le notamos decidido. No deja entrever ninguna debilidad, y eso nos da confianza", continuó Gignac.
"Su filosofía es atacar y seguir atacando, lo que es un placer. Desde el inicio de la temporada nuestro juego mejoró, marcamos bastantes goles y disfrutamos sobre el terreno de juego", añadió el segundo máximo realizador del campeonato francés.
Los aficionados también están rendidos al Loco. En el Velodrome, donde el Marsella de Bielsa solo ha perdido un partido frente a nueve victorias, las gradas entonan frenéticamente el nombre de Bielsa.
Tremendamente educado con el personal del Marsella y otros clubes y con los periodistas, es raro que el argentino muestre lo que piensa en público, ya sean derrotas o, lo más común este año, victorias.
Incluso cuando, rompiendo todos los protocolos, acusa públicamente a su presidente de no haber cumplido sus promesas en el capítulo de fichajes, lo hace con calma y el tono monocorde de siempre. Eso no fue lo que evitó que el presidente en cuestión, Vicent Labrune, sancionara al técnico, como le reclamaban algunos de sus homólogos de la Ligue 1.
Mientras los resultados lleguen, se le perdonará todo a quien ha hecho del Marsella, que acabó en una mala 6ª posición e ignorado por la afición la temporada pasada, el mejor ataque del campeonato, por delante del París Saint-Germain y del Lyon.
Ese al que otro entrenador calificó en 2012 como "el mejor entrenador del planeta". Fue un excentrocampista español llamado Pep Guardiola, entonces al frente de un 'histórico' FC Barcelona.
FUENTE: AFP