Dodgers ganan primera serie de postemporada en 20 años

"Hombre, en este momento este es el lugar en el que hay que estar", dijo Ramí­rez "Vamos a la segunda ronda", exclamó.

Las tres victorias coloca al manager Joe Torre, en su primera temporada con Los Angeles, con 79 triunfos en postemporada, cifra máxima en la historia de Grandes Ligas.

Sus primeras 76 victorias fueron en los pasados 12 años como manager de los Yanquis de Nueva York, incluidas 16 en cuatro Series Mundiales.

Luego de ganar su primera serie de postemporada en 20 años, los Dodgers enfrentarán a Filadelfia o Milwaukee en la serie de campeonato a ganar cuatro de siete juegos posibles, a partir del jueves en Filadelfia, o en el Dodger Stadium si ganaran los Cerveceros, que están abajo en la serie divisional por 2-1.

Y los Cachorros se van a casa sin acercarse siquiera a su primer triunfo en Serie Mundial desde 1908. Han perdido mueve juegos consecutivos de postemporada, incluidos tres contra Arizona en la primera ronda del año pasado.

"Simplemente no bateamos, uno debe anotar carreras", dijo el manager Lou Piniella. "Tuvimos oportunidades, y uno debe aprovecharlas. Este es el sexto juego que he manejado en la postemporada y sólo hemos anotado 12 carreras. Eso no es suficiente", agregó.

Mientras que los Cachorros aseguraron el tí­tulo de la División Central de la Liga Nacional el 20 de septiembre y obtuvieron 97 triunfos, la mayor cifra de su liga, los Dodgers tení­an una marca negativa a principios de septiembre antes de darle una vuelta a su situación con el apoyo de Ramí­rez. Terminaron la campaña regular con marca de 84-78 y ganaron el gallardete de la División Oeste, la más débil de ligas mayores.

Pero no hay que equivocarse: los Dodgers dominaron esta serie, superando a Chicago con marcados total de 20-6. Con maleficio o sin él, los Cachorros fueron superados de todas las maneras; cometieron seis errores y no pudieron batear con corredores en posición de anotar .

"Tenemos el mejor equipo de la liga, y padecemos en la postemporada", comentó el jardinero dominicano Alfonso Soriano. "No jugamos bien, como un equipo. Esa es la razón por la que no ganamos", señaló.

Ramí­rez, quien bateó para promedio de .396 con 17 cuadrangulares y 53 carreras producidas en 53 juegos luego de ser cambiado a los Dodgers en una negociación en la fecha lí­mite para realizar cambios, bateó de 2-1 el sábado y anotó una carrera, con lo cual acumuló en la serie cinco imparables en 10 oportunidades al bate, con dos cuadrangulares, cinco carreras anotadas y tres impulsadas. Rich Harden (0-1) dio dos bases por bolas intencionales a Ramí­rez.

"Lo hice antes, y lo haré nuevamente", apuntó Ramí­rez sobre su labor. "Cuando estás relajado y en un lugar que realmente te gusta, esto es lo que ocurre", agregó.

Kuroda, un novato de 33 años que firmó un contrato de 35,3 millones de dólares por tres años con los Dodgers el invierno pasado, aceptó seis imparables esparcidos antes de ser relevado por Cory Wade con dos corredores en los senderos y un out en la séptima entrada. Kuroda nunca apareció en un juego de postemporada en sus 11 temporadas con el equipo Hiroshima Toyo Carp de la Liga Central Japonesa.

Esta no fue la primera actuación sobresaliente de Kuroda contra los Cachorros: los blanqueó en juego de cuatro imparables con 11 ponches el 6 de junio en el Dodger Stadium.

Harden permitió cinco imparables y tres carreras en cuatro entradas y un tercio.

Los Cachorros colocaron dos corredores en las almohadillas con dos outs en las entradas primera y tercera, pero Kuroda salió de problemas en ambas situaciones, retirando con rodados a la tercera base al puertorriqueño Geovany Soto, para terminar la primera, y al dominicano Aramí­s Ramí­rez, en la tercera.

Torre habló a los aficionados aproximadamente 20 minutos después de que terminó el juego.

"Aficionados de los Dodgers, ustedes son muy especiales", dijo. "La forma en que nos apoyaron todo el año cuando estábamos batallando, cuando no podí­amos salir de nuestra inercia ... no puedo decirles cuánto lo valoramos. Sólo no se vayan, regresaremos la semana próxima, porque aún tenemos ocho juegos más que ganar", agregó.

En otro juego de la jornada, J. J. Hardy y los Cerveceros de Milwaukee hicieron lo que era necesario para mantenerse vivos en la postemporada al menos por un dí­a más.

De regreso en su estadio del Miller Park, los Cerveceros tuvieron tres imparables de Hardy y una estupenda actuación de su abridor Dave Bush para imponerse el sábado por 4-1 a los Filis de Filadelfia y con ello evitaron ser eliminados de su serie divisional de Liga Nacional.

"Esta noche fue grandiosa para nosotros", dijo Hardy. "Pienso que vamos a poder relajarnos un poco más y saldremos a producir temprano mañana", agregó.

"No jugamos bien los dos primeros juegos, pero hoy todo fue energí­a. Pudimos alimentarnos de ella y producir temprano y poner algo de presión sobre su equipo", señaló el jardinero de los Cerveceros Mike Cameron.

Tres relevistas controlaron a los Filis antes que el dominicano Salomón Torres sacara los últimos tres outs para el salvamento a pesar de que le congestionaron las bases en el noveno inning; sin embargo, el dominicano Pedro Feliz rodó la pelota al paracorto para una doble matanza que pareció haber remolcado a Howard.

Empero, a Shane Victorino le fue marcada una interferencia en la segunda almohadilla al no barrerse en la jugada. Los corredores fueron devueltos a la segunda y tercera almohadillas, y Carlos Ruiz rodó la pelota a Torres para ponerle fin al partido.

"He visto ocasiones en que no marcan eso, pero el umpire está parado justo allí­", dijo el manager de los Filis Charlie Manuel.

Jeff Suppan abrirá el partido por los Cerveceros el domingo. Los Filis no anunciaron aún a su lanzador para el cuarto encuentro, pero se espera que enví­en a Joe Blanto a la lomita.

FUENTE: Agencia AP