Diez futbolistas del equipo nacional de Eritrea, en su mayoría militares, pidieron asilo político en Botsuana, donde el martes disputaron un partido de clasificación para el mundial de Rusia 2018, anunció este jueves una oenegé.
La mayoría de los futbolistas que pidieron asilo "integran el ejército eritreo", precisó Adane Ghebremestel, del EMDHR. Si se los reenvía a Eritrea, serán "imputados de traición y ejecutados o detenidos", agregó.
La federación de fútbol de Botsuana confirmó la decisión de los futbolistas.
"Diez jugadores del equipo nacional de Eritrea se negaron a unirse al resto del equipo" que debía tomar el avión de regreso, declaró el vicepresidente de la asociación, Basadi Akoonyatse.
Los futbolistas se quedaron en Francistown, este de Botsuana, donde se disputó el partido en el que los locales derrotaron a los eritreos 3-1.
No es la primera vez que futbolistas eritreos aprovechan un viaje para huir de Eritrea, un país controlado con mano de hierro por el presidente Issaias Afeworki desde 1993.
En 2012, 18 futbolistas eritreos pidieron asilo en Uganda, en 2007 otros seis habían hecho lo mismo en Angola y en 2009 doce jugadores se quedaron en Kenia.
Una de las principales causas de la expatriación de los jóvenes eritreos es el servicio militar obligatorio, oficialmente de 18 meses, pero que puede prolongarse indefinidamente.
FUENTE: AFP