Deportes 14 de febrero de 2010 - 12:00

Peloteros Mays y Aaron cooperan en sus biografí­as

NUEVA YORK (AP). La vieja rivalidad entre Willie Mays y Hank Aaron ha recobrado vigencia, esta vez en el mundo literario.

Las biografí­as largamente esperadas de estas dos leyendas del béisbol saldrán a la calle con tres meses de diferencia.

"Willie Mays", un libro de 600 páginas de James S. Hirsch, ya está a la venta, en tanto que "El último í­dolo" (The Last Hero), un obra de Howard Bryant de extensión similar, será presentado en mayo.

Las comparaciones entre los dos peloteros siguen a la orden del dí­a y mientras Mays es recordado por sus proezas en los jardines y al bate, Aaron es reverenciado por haber quebrado el récord de jonrones de Babe Ruth.

Ambos libros son repasos favorables no sólo de sus carreras, sino de la época en que vivieron y, especialmente, de la forma en que respondieron _o no_ al movimiento en defensa de los derechos civiles de los negros.

Aaron y Mays, quienes ya publicaron autobiografí­as, aceptaron ser entrevistados por los escritores, pero mantuvieron relaciones muy distintas con ellos.

Mays participó en el proyecto desde el inicio y recibirá parte de las ganancias que genere el libro, que es una biografí­a autorizada. Aaron todaví­a no se habí­a comprometido a hablar con Bryant cuando éste firmó su contrato con la editorial Pantheon en 2006. Aaron no cobrará un peso y, según Bryant, no vio el libro antes de que estuvo terminado.

"Por suerte, le pareció bueno", expresó Bryant, redactor de ESPN.com y quien ha escrito libros sobre los esteroides y los Medias Rojas de Boston. "Si él no hubiese cooperado, habrí­a sido un libro muy distinto".

Las biografí­as son generalmente autorizadas, con la colaboración del sujeto y muy favorables, o desautorizadas, sin la colaboración del sujeto y que casi siempre lo hacen quedar mal.

En el medio hay una categorí­a que podrí­a ser definida como de "cooperación", en la cual el sujeto está disponible, pero hasta cierto punto, y no es parte activa del proyecto. El libro de Mays encaja en esta categorí­a porque el autor dice que tuvo libertad total para escribir lo que quisiese, en tanto que "El último í­dolo" encuadra mejor todaví­a en esa definición porque lo único que hizo Aaron fue hablar con Bryant.

Bryant dijo que inicialmente Aaron se resistió a hablar con él porque pensó que el libro se enfocarí­a mucho en Barry Bonds y sus posibilidades de romper la marca de jonrones de por vida.

Entrevistó primero a amigos de Aaron, incluidos los ex presidentes Jimmy Carter y Bill Clinton, y figuras del béisbol como Joe Morgan, Reggie Jackson, Joe Torre y Dusty Baker. Torre y Baker llegaron a jugar con Aaron.

"Antes de hablar con Aaron, el mejor consejo que recibí­ fue el de David Halberstam, quien escribió un libro sobre Michael Jordan sin haber podido hablar con él y otro sobre Bill Clinton, también sin haber hablado con él", declaró Bryant.

"Me dijo: 'La estrategia fue simple: por cada dí­a que no hables con él, llama a otras tres personas'. Fue el mejor consejo que jamás me hayan dado", expresó.

Después de que Bonds superó la marca de Aaron, en 2007, el toletero finalmente accedió a hablar con Bryant.

"Cuando finalmente hablamos, fue estupendo. Fue extremadamente gentil", dijo Bryant. "Se sentí­a un tanto incómodo de que alguien tuviese tanto interés en él. No pidió ver un ejemplar del libro. Pudo haber hecho esa llamada telefónica que todo autor detesta, en la que le dice a todos sus conocidos que no hablen con uno".

Martin ya habí­a escrito otra biografí­a con la cooperación del sujeto, "Gabriel Garcí­a Márquez: Una vida" (Gabriel Garcí­a Márquez: A Life), en la que usó la misma técnica. Empezó sin garantí­as de que el escritor colombiano lo recibirí­a. Cuando le habló, Garcí­a Márquez se mostró reticente y le preguntó: "¿Para que quieres escribir una biografí­a? Las biografí­as implican que uno se muere".

Garcí­a Márquez transó, con una condición. "No me hagas hacer tu trabajo", le dijo, según relata Martin en el prefacio.

Este tipo de biografí­as, con la "cooperación" del sujeto, pueden ser las más gratificantes y también las más difí­ciles. El autor tiene libertad y acceso al sujeto, pero el sujeto no tiene obligación alguna de colaborar y puede cambiar de parecer en cualquier momento.

FUENTE: Agencia AP

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