SAN FRANCISCO (AP). Pese a toda la influencia que puede ejercer en los lanzadores de los Rangers de Texas y a una carrera legendaria que lo llevó al Salón de la Fama, hay algo que Nolan Ryan no puede hacer.
Ryan era un serpentinero sobresaliente _y parecería que conserva aún algo de poder en el brazo, a sus 63 años, a juzgar por el primer lanzamiento que hizo en el partido que marcó el debut de los Rangers en una serie de campeonato de la Liga Americana. Aunque no puede hacer que todos los lanzadores sean tan buenos como él, aquellos principios que hicieron tan grande al "Expreso" se siguen aplicando, 17 años después de que cumplió su última actuación en las mayores.
El miércoles, Ryan estará sentado en la primera fila cuando los Rangers jueguen su primer partido de una Serie Mundial. Texas no había ganado una serie de postemporada y ni siquiera había cosechado un triunfo como local en los playoffs antes de este año.
Ryan era dominante en el montículo, con una fuerza y una incomparable ética de trabajo que lo caracterizaron durante sus 27 temporadas en activo, un récord. Ahora, el presidente y copropietario del club quiere que los pitchers de los Rangers tengan esa misma actitud.
Se acabaron las indulgencias que han sido tan comunes con los lanzadores. Ahora en Texas lo único que importa es lanzar con frecuencia y que los abridores traten de concluir los partidos, incluso en el Rangers Ballpark, que tiene reputación de ser un paraíso para los bateadores, y donde el calor veraniego puede ser sofocante.
"La prueba está en el campo. Nolan ha hecho mucho de esto", dijo el gerente general Jon Daniels. "Hemos mostrado que cualquiera con talento y ética de trabajo puede lograrlo".
Ryan llegó a la Serie Mundial sólo una vez, como relevista de 22 años con la franela de los asombrosos Mets en 1969. Ni siquiera había asistido a una Serie Mundial desde el 2005, con los Astros de Houston, otro equipo para el que realizó labores de oficina después de lanzar ahí.
La efectividad de Texas, de 3.93, fue la mejor del club desde 1990, cuando Ryan lanzaba todavía con los Rangers. Además, el equipo impuso un récord con 1.181 ponches.
Los Rangers han estado incluso mejor en los playoffs, con un promedio de carreras limpias admitidas de 2.76 y 107 abanicados en 11 encuentros.
"Es fácil ver la influencia que su pasado ha tenido", dijo Colbi Lewis, quien regresó de dos campañas en Japón para lanzar 201 innings, la mayor cantidad en su carrera.
"Uno cree en todo lo que él dice y trata de aplicarlo a uno mismo. En realidad es fantástico tenerlo cerca", dijo Wilson. "Cuando tienes a alguien de la oficina, a un gerente general o ahora a un dueño que tiene la experiencia y sabe lo que es estar en el terreno, eso le da un nivel distinto de credibilidad cuando te pide que hagas algo".
La única placa conmemorativa en el Salón de la Fama que lleva el escudo de los Rangers es la de Ryan. Es también el único jugador de Texas cuyo número ha sido retirado por el club.
Y ahora, Ryan quiere brillar también como dueño.
FUENTE: Agencia AP