RIO DE JANEIRO (AP). La selección brasileña regresó la madrugada del domingo al país tras su eliminación del mundial, y los jugadores rápidamente se repartieron por sus distintas ciudades de origen.
También se quedó en Río el volante Felipe Melo, quien fue esperado por su padre, y parecía nervioso al dirigirse al vehículo en que abandonó el aeropuerto. Felipe Melo fue criticado por su actuación en la derrota 2-1 con Holanda, cuando fue culpado por el segundo gol holandés y luego se hizo expulsar.
Desde Río, el avión siguió a Sao Paulo, donde otros jugadores se quedaron o tomaron conexiones a otras ciudades, como el entrenador Dunga, quien volaba a Porto Alegre, en el sur del país.
FUENTE: Agencia AP