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“La camisa grande”

El mentor de los Yankees de Nueva York tiene marca perdedora de por vida en 207 partidos y dos equipos dirigidos en su carrera de manager de las Grandes Ligas. Girardi reemplaza al “Big” Joe Torre y la camisa parece quedarle grande.

La alineación de los Yankees de Nueva Cork no asusta a simple vista como en otros tiempos. Esos “mastodontes” de rayas, con madera al hombro, parecen ser un simple holograma de aquellos temidos toleteros, capaces de desaparecer lanzamientos y romper pelotas con sus estruendosos impactos.

El equipo tampoco goza de esos escopeteros respetables, regulares de estamina en la apertura, pobremente intimidantes en la zona media y con mucha fuerza en el cierre. El pitcheo es una montaña rusa, sube y baja y cuando baja demora en ascender a sus mejores niveles.

Pero detrás de la ridícula ofensiva se esconde una plataforma oscura, donde las rayas de tigres indomables han desaparecido. Robinson Canó apenas suena para .200 puntos y Jason Giambi para un escueto .204. Al receptor boricua, José Molina, le robaron su bate y golpea levemente para .200 en 28 partidos.

No asustan, excepto el “Gran Capitán” Derek Jeter que anda por los .312 de promedio (.317 de por vida) y se coloca a solo 10 imparables de empatar a Mickey Mantle en la mágica cifra de 2, 415 como el tercer mejor “Yankee” de todos los tiempos, camino a los 3 mil cañonazos.

Los Yankees han bajado su producción de jonrones, ya no son tan “bombarderos” como en otros buenos tiempos. Sus 45 “cutarrazos” a las tribunas no son nada comparable a los 64 “bombazos” de los Filis de Filadelfia y Marlins de la Florida, los mejores del año en lo que va de la campaña.

Estos “Mulos” se han puesto más lentos que nunca. Los tiempos de alaridos… de esos peloteros de “spikes con alas” han desaparecido. Sólo queda el recuerdo de aquellos que volaron en los senderos, como Rickey Henderson que robó 326 cojines con los Yankees de por vida e imprimió una campaña de 93 robos en 1988.

Hoy día los Yankees están corriendo para 14 ridículas bases estafadas, superando sólo a las Medias Blancas de Chicago que suman 13 robos y empatando en la casilla 29 (de 30 equipos) a los Piratas de Pittsburgh. Ichiro Suzuki de los Marineros de Seattle, suma sólo (21) más robos que los Yankees y les da vuelto.

Los Yankees andan de capa caída. Ayer amanecieron sonando para .254 colectivamente, con sólo 181 carreras anotadas en 45 partidos y con la casilla 21 de 30 equipos en la tabla de bateo acumulativo. Los Yankees sólo superan a Kansas City (166), San Francisco (168) y Toronto (178) en carreras anotadas en toda las Grandes Ligas.¿Y el pitcheo?

Los carabineros de los Yankees parecen haber mojado su pólvora. Su efectividad no es motivo de orgullo, sumando 4.47 colectivo, la número 22 de los 30 equipos.La esperanza en la zona media casi no existe, no se refleja una rotación de cinco sólidos abridores y como si fuera poco, a veces la inexperiencia de Joba Chamberlain, a veces da inseguridad en la parte final del partido.

Bryan Hoch, el columnista oficial de los Yankees en su página Internet (www.yankees.com), dijo que los Bombarderos podrían estar interesados en los servicios del lanzador derecho venezuela Freddy García.

Los Mulos no hacen movimientos tan cuerdos nada en algunas ocasiones. Freddy García sólo ganó un partido en el 2007 con los Filis de Filadelfia y esa gracia les costó 10 millones de dólares.

Cuando fue al Clásico Mundial con Venezuela, el derecho salió positivo en una prueba dopaje, con sustancia que afecta la salud. Tras un año de recuperación, por una operación en su brazo de lanzar, el venezolano parece estar listo para regresar a la actividad y hay quienes lo ven como el salvador de la endeble rotación de los Yankees.La vida de los Mulos parece estar en una situación comprometedora. El futuro no pinta una luz en el horizonte y se vislumbran cambios significativos.

Los Yankees pasaron al dominicano Tony Peña de coach de la inicial a coach de la tercera base.

¿Y Girardi?Sólo para terminar, nos queda el tema del manager Joe Girardi, esa figura emblemática que parece no tener el control de un equipo repleto de talento y estrellas voladoras.Los Mulos necesitan idenficarse con un mentor que lleve en sus venas la sangre azul marino de los Yankees.

Girardi no ha sido un mentor ganador y el año que ganó el premio al Manager del Año, tuvo marca perdedora de 78 victorias y 84 derrotas.

Ahora la batalla se esta perdiendo, los Yankees quieren llenar la camisa que dejó el “oso Grande”, el “Big Joe”. A simple vista parece una tarea difícil y también imposible.¡Viva el béisbol!

FUENTE: José Pineda

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