Mohamed Salah resistió a los cantos de sirena sauditas en el pasado mercado y el Liverpool, segundo clasificado detrás del Manchester City, lo aprovecha al máximo. Pero los Reds tienen que demostrar el sábado (12h30 GMT) en casa del líder, prácticamente intratable en su cancha, que tienen argumentos para disputar el campeonato.
Pero las rachas, buenas o malas, se terminan un día, y Jurgen Klopp tiene suficiente munición para sacudir el Etihad, donde no ha vuelto a ganar desde su primera visita, en noviembre de 2015 (4-1).
Esta temporada "parece que nos hemos vuelto a acercar un poco (al nivel del Manchester City) pero debemos ganar las batallas decisivas sobre el campo", afirmó el viernes el alemán.
Su "Liverpool 2.0", como lo llamó en pretemporada, cuenta en ataque con la versión más letal de Salah (diez goles anotados), brilla en defensa (diez goles recibidos, mejor defensa al igual que el Arsenal) con un Virgil van Dijk de nuevo imperial, y su centro del campo renovado al completo funciona, con la mención especial para el húngaro Dominik Szoboszlai.