LHASA, China (AP). Tres meses después de las violentas protestas contra el gobierno chino que sacudieron esta ciudad, la antorcha olímpica emprendió su recorrido hacia la aislada capital del Tíbet, donde las autoridades chinas anunciaron el viernes sentencias adicionales contra los responsables de las protestas antigubernamentales.
Con un recorrido de 11 kilómetros (6,8 millas), la antorcha saldrá de Norbulingka, el otrora palacio de verano del Dalai Lama, y finalizará en el Palacio de Potala, sede tradicional del gobierno tibetano, informó el periódico estatal China Daily.
La versión no mencionó medida de seguridad alguna, aunque se esperan controles fuertes, a la luz de las manifestaciones que estallaron el 14 de marzo en Lhasa, y las subsecuentes protestas en las regiones tibetanas del occidente de China.
El viernes, los negocios estaban abiertos y la gente caminaba normalmente en la zona céntrica de Lhasa, donde colgaban estandartes con las leyendas "Vamos China" y "Vivan las Olimpiadas".
En virtualmente cada esquina había grupos de policías. Un camión con tropas antimotines estaba estacionado en el centro de la ciudad. La policía le prohibió a un camarógrafo de AP Television News que grabara las calles y lo obligó a borrar las escenas sobre los preparativos de seguridad. APTN es el brazo de The Associated Press para noticias por televisión.
Durante una sesión informativa para reporteros, el vicegobernador de la administración para el Tíbet, designada por el gobierno chino, dijo que 12 personas más habían sido sentenciadas por participar en los disturbios de hace tres meses. El vicegobernador Palma Trily no dio ningún detalle de los cargos ni de sus penas, pero agregó que otras 1.157 personas fueron puestas en libertad. Dijo que ellas estuvieron detenidas por ofensas menores relacionadas con las protestas antigubernamentales violentas, en las que murieron 22 personas, según el gobierno.
"Tenemos confianza y capacidad suficientes para convertir el relevo de la antorcha de mañana en Lhasa en un éxito enorme", aseguró Palma Trily.
Las autoridades chinas dicen que el Dalai Lama, el exiliado dirigente budista de Tíbet, se encuentra detrás de la violencia. Asimismo, acusan a la premio Nobel de la paz de tratar de sabotear los Juegos Olímpicos que se realizarán en Beijing, así como preparar "escuadrones suicidas" que realizarán ataques.
El Dalai Lama ha negado esas acusaciones.
El Tíbet ha estado bajo un fuerte aparato de seguridad desde marzo y sigue estando cerrado al turismo internacional. Los periodistas internacionales han podido visitar el país, solamente como parte de grupos en recorridos guiados por el gobierno y bajo una fuerte supervisión.
Los grupos de activistas dicen que el relevo de la antorcha en el Tíbet y el que se realizará por separado en el Everest tienen como fin representar el control del gobierno chino sobre la región himalaya.
FUENTE: Agencia AP