BEIJING (AP). Cuando las olas que levantaba con sus brazos se hacían gigantescas, Michael Phelps emergió del agua con un nuevo récord mundial y con la primera de las ocho medallas de oro que busca colgarse en la natación olímpica.
Además de Phelps, los otros ganadores del oro fueron la australiana Stephanie Rice, con nuevo récord mundial en los 400 metros combinados, el surcoreano Park Tae-hwan en los 400 estilo libre y la cuarteta de Holanda en los 4x100 libre.
Cuatro países ganadores en otras tantas pruebas, habla a las claras de que habrá una dura lucha en la piscina.
"Estoy bastante feliz", dijo Phelps, de 23 años, quien luce decidido a colgarse otras siete doradas para quebrar la marca que Mark Spitz consiguió en los Juegos de Munich en 1972.
"Yo sabía que esta iba a ser una carrera bastante emocionante", agregó. "De todos modos no fue un triunfo cómodo, ya que los tres (en alusión a sus compañeros de podio) estuvimos bastante tiempo juntos".
Su irrupción en el Cubo de Agua fue por demás impactante: primero demolió su propio récord olímpico cuando se lanzó tan solo para clasificar, con 4:07.82 y después estableció una nueva plusmarca mundial de 4:03.84.
Como si fuese un delfín humano que se divierte en el agua, Phelps superó al húngaro Laszlo Cshe, presea de plata con 4:06.16, lo cual lo convierte en nuevo récord de Europa, y a su compatriota Ryan Lochte, que debió conformarse con el bronce con 4:08.09.
El récord del mundo lo tenía el propio campeón olímpico desde el 29 de junio cuando en las pruebas de selección de los Estados Unidos para Beijing, estableció un registro de 4:05.25.
Thiago Pereira, de Brasil, figuró octavo con 4:15.40, después que partió con el séptimo mejor tiempo.
"Arranqué bien y en los primeros 200 me mantuve, pero después me fui cansando", dijo el brasileño de 22 años, dueño nada menos que de ocho medallas en los Panamericanos de Río 2007.
A Thiago Pereira aún le quedan los 200 metros combinados, que son su especialidad, y el relevo 4x200 libre.
Sin la magnitud de lo que hizo Phelps, la australiana Rice también dio que hablar con su oro y nuevo récord mundial de 4 minutos y 29:45 segundos.
"Antes de la carrera estaba muy nerviosa", dijo Rice. "Pero traté de mantener la calma como fuese posible y no pensar en la competencia".
La medalla de plata fue para la zimbabuesa Kirsty Coventry con 4.29:89, mientras que la estadounidense Katie Hoff, dueña de la anterior marca mundial de 4:31.12, se conformó con el bronce al registrar 4:31.71, a más de dos segundos de Rice.
Rice y Coventry se convirtieron en las primeras mujeres que lograron bajar de los 4:30 en la extenuante prueba.
En cuanto a Park, actual campeón mundial, ganó con un tiempo de 3 minutos y 41:18 segundos.
El chino Zhang Lin, empujado por la mayoría de los casi 15.000 espectadores, se alzó con la de plata con 3:42.44 y el estadounidense Larsen Jensen se llevó la de bronce con 3:42.78.
Park, actual campeón mundial, puso fin a la supremacía en recientes olimpiadas de los australianos, cuyo representante y favorito Grant Hackett terminó en el sexto puesto después de marcar el paso y quedarse luego con las ganas de convertirse en el primer nadador en la historia en ganar tres medallas de oro de forma consecutiva en los 1.500 metros libres.
El último oro de la jornada se lo llevó Holanda en el relevo 4x100 estilo libre, con un récord olímpico de 3 minutos y 33.76 segundos.
Estados Unidos, incluyendo en su cuarteta a la veterana Dara Torres, se llevó la medalla de plata con 3:34.33 y Australia se quedó con el bronce con 3:35.05.
Fue la décima medalla olímpica para Torres, quien a sus 41 años compite en su quinta olimpiada y que encabezó el relevo que ganó el oro en Sidney 2000 en la última vez que subió a lo más alto del podio.
"Todo el mundo ha hecho un gran trabajo y estamos realmente satisfechos con la plata", dijo Torres, quien salió del agua con una gran sonrisa, saludó a la multitud y luego se unió al resto del equipo con un abrazo.
FUENTE: Agencia AP