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Pedro Luis Dí­az, de la escuela cubana a entrenador de Cotto

NUEVA YORK (AP). Miguel Cotto no exagera cuando se refiere a su nuevo entrenador Pedro Luis Dí­az como un "estudioso del deporte".

Dí­az cuenta con un doctorado en ciencias pedagógicas, fue profesor e investigador de deportes en su natal Cuba y hasta participó en una comisión cientí­fica de la Asociación Mundial de Boxeo Aficionado.

También trabajó al lado del legendario Alcides Sagarra, el que fue durante decenas de años el principal entrenador del equipo cubano de boxeo, y con quien escribió varios libros ese deporte.

Uno de sus pupilos fue Félix Savon, tres veces campeón olí­mpico y seis veces campeón mundial de los pesos pesados.

Se fue de Cuba en 2007 y al año siguiente fue el entrenador de Félix Dí­az, ganador de la medalla olí­mpica de oro en la división welter ligero de los Juegos de Beijing. Fue apenas la segunda presea dorada de un deportista dominicano en las justas de verano.

El sábado estará en la esquina de Cotto al defender su tí­tulo súper welter de la AMB ante Antonio Margarito en el Madison Square Garden de Nueva York

La revancha en la meca del boxeo profesional constituye todo un desafí­o para Dí­az, así­ como una apuesta arriesgada para Cotto.

"Es un estudioso del deporte. A pesar de que es su primera gran pelea como entrenador de boxeo profesional, confí­o en él", declaró Cotto. "Conozco a Pedro hace muchos años y sé que de la mano de él vamos a obtener la victoria esa noche".

Dí­az y Cotto se vieron por primera vez desde que el campeón puertorriqueño participaba como aficionado en competencias regionales.

"Yo conocí­ a Cotto, cuando tení­a 17 años en un campeonato panamericano en Colombia", recordó Dí­az. "Siempre mantuvimos un contacto regular, cuando era amateur y profesional, siempre una relación de amigos".

Cotto no ha tenido estabilidad con sus entrenadores y lleva cuatro desde 2009.

_Todo comenzó cuando rompió de forma polémica con Evangelista Cotto, su tí­o.

_Joe Santiago estuvo a su lado en un par de peleas, incluyendo la que perdió ante Manny Pacquiao.

_Después fue el turno de Emanuel Steward, un miembro del Salón de la Fama, pero el ví­nculo tampoco pasó de los dos combates.

No quedó claro el motivo del por qué Steward no siguió con Cotto, aunque se comenta que el reconocido entrenador exigí­a mucho dinero.

Ahora la oportunidad la tiene Dí­az.

Y la principal interrogante gira en torno a su limitada experiencia en las lides del profesionalismo, en la que ha estado en la esquina de Odlanier Solí­s cuando el cubano perdió por nocaut en el primer asalto ante el campeón pesado Vitali Klitschko el pasado marzo.

Dí­az sabe sobre las diferencias entre el boxeo amateur y el profesional.

"Claro que las hay. Hay muchas cosas. La tecnologí­a que se aplica al boxeador profesional es diferente al amateur. Pero un boxeador profesional es el mismo hombre. Nunca he visto un profesional con tres brazos y un amateur tampoco. Son golpes, defensa, desplazamientos. Es el mismo hombre", sostuvo.

"En la parte del entrenamiento, el profesional tiene que ser más heroico porque se tiene que preparar para pelear 12 rounds, de tres minutos, son 36 minutos", añadió. "Es más intensivo el trabajo, pero todos buscan lo mismo, que es la victoria".

Cotto ha adquirido los servicios de un entrenador metódico y que pone énfasis en el trabajo fí­sico, algo vital para un boxeador que cuenta con 31 años.

Pero Dí­az recalca que el fuerte de Cotto está en su inteligencia.

"Para ganar en cualquier deporte, se tiene que saber utilizar el cerebro, que es lo que dirige los brazos", señaló.

"Cotto es un boxeador inteligente, un boxeador rápido, un boxeador técnico y tiene lo que falta en el boxeo, que es el coraje necesario para enfrentar cada round con las caracterí­sticas que vengan".

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La reportera de AP Anne-Marie Garcí­a colaboró con esta nota desde La Habana.

FUENTE: Agencia AP