GINEBRA (AP). Suiza tiene una reputación en competencias recientes de ser un equipo que se queda corto tomando en cuenta su potencial.
El conjunto suizo estará en el Mundial en un Grupo E con Ecuador, Francia y Honduras, una tarea que, sobre el papel, no luce tan complicada.
Al igual que Francia, Suiza llegará a Brasil con un grupo de jugadores en ascenso que tienen experiencia de fracasos mundialistas previos, aunque con la actitud que sugiere que eso no los presionará.
En los últimos dos años, los suizos han vencido a Brasil y Alemania en partidos amistosos y se mantuvieron invictos durante las eliminatorias europeas.
Aquel triunfo de 1-0 ante Brasil en agosto pasado en Basilea demostró a la afición suiza una mezcla ganadora de tenacidad y arrogante habilidad, que fue un desafío para los anfitriones del Mundial.
Presumiendo un ataque con Xherdan Shaqiri y Granit Xhaka, es improbable que este conjunto repita aquellos empates a cero que causaron la eliminación suiza en los pasados dos mundiales.
En 2006, Suiza ni siquiera anotó en la tanda de penales de los octavos de final ante Ucrania. En 2010, un conjunto suizo que inició con un sorpresivo triunfo ante el eventual campeón, España, se metió en un aprieto del cual solo pudo salir con un triunfo de 2-0 ante Honduras para avanzar a la segunda fase.
El 25 de junio, Suiza volverá a cerrar su fase de grupos ante Honduras en la ciudad amazónica de Manaos. El técnico Ottmar Hitzfeld parece haber aprendido de errores previos en lo que podría ser su último torneo antes de retirarse.
Shaqiri era apenas un joven suplente de 18 años cuando se midió con Honduras hace cuatro años y este podría ser su momento de brillar en Brasil.
Frecuentemente utilizado como un suplente clave por el entrenador del Bayern Munich, Pep Guardiola, el oriundo de Kosovo evitará la fatiga de las grandes competencias que afecta a las estrellas del futbol europeo y tiene el tipo de personalidad para brillar.
Y aunque Shaqiri estaba destinado al estrellato con su país adoptivo, algunos de sus compañeros tuvieron que ser apresurados rumbo a la titularidad cuando los veteranos delanteros Alex Frei y Marco Streller se retiraron de la selección por los supuestos insultos de los aficionados locales.
Hitzfeld echó mano de jugadores que maduraron prematuramente. Suiza ganó el Mundial Sub17 en 2009 y fue subcampeón en el campeonato europeo Sub21 en 2011, lo que le valió un boleto a mayor exposición internacional en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Hitzfeld basa su estilo en un esquema 4-2-3-1 anclando su medio campo en los jugadores del Napoli, Gokhan Inler, Valon Behrami y Blerim Dzemaili.
El portero Diego Benaglio del Wolfsburgo va a su tercer Mundial mientras que el defensa central Steve von Bergen del Young Boys estará en su segundo. El defensor del Basilea Fabian Schaer debe recuperarse de lesiones recientes si quiere acompañar a von Bergen en la zaga. Los laterales Stephan Lichtsteiner de la Juventus y Ricardo Rodríguez del Wolfsburgo tienen su puesto seguro.
Shaqiri generalmente entra por la banda derecha, su ex compañero en el Basilea, Valentin Stocker, ocupa la izquierda y Xhaka, del Borussia Moenchengladbach entra por el centro. El puesto como centro delantero se lo disputan Haris Seferovic de la Real Sociedad y Josip Drmic del Nuremberg, quien anotó dos veces en el empate 2-2 ante Croacia en marzo pasado.
Hitzfeld insiste que Francia es el favorito del grupo y quizá tenga razón. Sin embargo, Suiza tiene el potencial para justificar su puesto dentro de los 10 mejores del ranking de FIFA.
FUENTE: GRAHAM DUNBAR (Associated Press)