HAVRE DE GRACE, Maryland, EE.UU. (AP). La fotografía ocupa un lugar importante en la casa de Lorena Ochoa, junto con algunos de los trofeos que ha ganado en su rápido ascenso hasta la cima del golf femenino.
"Estaba muy nerviosa", recuerda Ochoa, describiendo su primer encuentro con la jugadora a la que quería emular. "Annika, aunque a veces es un poco tímida, siempre ha sido muy amable conmigo, y siempre bromea con mi papá. Son muy amigos, y de ahí surgió una buena relación. Y ha sido muy especial".
Su relación ahora se trata del pasado, el presente y el futuro de la LPGA.
Ochoa se convirtió en la mejor jugadora del golf femenino, un cambio que comenzó cuando ganó en un duelo en los nueve hoyos finales contra Sorenstam en el Samsung World Championship de 2006.
La tapatía de 26 años es la favorita esta semana en el campeonato McDonald's de la LPGA, donde intentará convertirse en apenas la cuarta mujer que gana tres majors al hilo. Ochoa suma seis triunfos este año, el doble que Sorenstam.
"Siento que estoy jugando como quiero jugar", afirmó.
Sorenstam, en cambio, está de salida.
La ex número uno anunció hace tres semanas en el Sybase Classic, un torneo que ganó Ochoa, que esta será su última temporada en la LPGA. Sorenstam tiene 72 victorias en su carrera, incluyendo 10 majors, y le encantaría retirarse en la cima.
Para hacerlo tendrá que destronar a Ochoa, algo casi imposible en estos tiempos. La mexicana sólo ha terminado fuera del top-10 de un torneo sólo una vez este año en nueve competencias, y está empeñada en hacer algo que Sorenstam nunca logró: ganar el Grand Slam.
"Creo que sería algo muy especial", afirmó Ochoa.
FUENTE: Agencia AP