WALTHAM, Massachusetts, EE.UU. (AP). Paul Pierce y Kobe Bryant jugaron un partido de uno contra uno en una cesta de basquetbol del gimnasio de la UCLA, a mediados del año pasado. En esa fecha ambos eran astros frustrados de la NBA, tras campañas decepcionantes.
Bryant había criticado duramente a la directiva de los Lakers, por integrar un plantel que no había ganado una sola serie de playoffs en tres años. Boston se había ausentado de la postemporada durante cuatro años, y Pierce estaba preocupado, porque suponía que su canje sería la primera pieza en una reestructuración del equipo.
"Recuerdo que estaba en el gimnasio con Kobe, y discutimos quién sería canjeado primero", dijo Pierce el lunes, después de que los Celtics realizaron su primer entrenamiento para la final de la NBA.
"El me confesó que probablemente sería transferido... y luego empezamos a discutir: 'Yo voy a ser transferido antes que tú', y apostamos a que ello ocurriría. Fue algo muy loco, y ahora los dos estamos aquí en la final, cuando hace un año estábamos jugando en un gimnasio".
Nadie debió pagar la apuesta. Ambos jugadores pudieron quedarse con el único equipo de la NBA con el que habían jugado, y cada cual tiene ahora la oportunidad de darle un título a su respectivo club.
El primer partido de la final, al mejor de siete duelos, se realizará el jueves por la noche, en Boston.
Bryant ha ganado ya tres títulos de la NBA, cuando formaba una pareja temible con Shaquille O'Neal y se coronó en años consecutivos, entre el 2000 y el 2002. Los Lakers llegaron una vez más a la final, en el 2004, cuando cayeron ante Detroit antes de que O'Neal fuera canjeado.
Bryant quedó como la única estrella del equipo, para bien o para mal.
Los Lakers se perdieron los playoffs el año siguiente, apenas por segunda ocasión en 30 años. Luego, cayeron dos veces seguidas en la primera ronda de la postemporada, y la frustración comenzó a acumularse en el ánimo de Bryant.
Un día, estalló.
Bryant dijo que la directiva del equipo era un desastre y manifestó que quería ser transferido. Luego cambió de opinión al menos un par de veces.
Pierce también tuvo varios problemas.
Los Celtics habían ido haciéndose de jugadores jóvenes, como Al Jefferson, Delonte West, Ryan Gomes, Rajon Rondo y Kendrick Perkins, pero lograron apenas 24 victorias. Cuando Boston no logró conseguir una estrella potencial en el reclutamiento universitario --como Greg Oden o Kevin Durant-- las posibilidades de obtener un título parecieron más lejanas que nunca.
"Estábamos en un momento de frustración. Lo más obvio era transferir a la única estrella a cambio de jugadores jóvenes, y comenzar una reconstrucción", dijo Pierce. "Pensé que iría a los Clippers o a cualquier equipo, menos a los Celtics".
"Todo lo que sé es que si no me hubiera quedado, por estas fechas estaría en casa".
FUENTE: Agencia AP