MINNEAPOLIS (AP). Los Mellizos de Minnesota no eran el único club que consideraba que el prospecto dominicano Miguel Angel Sanó era un auténtico diamante en bruto.
Durante años, los Mellizos habían ocupado un lugar secundario, respecto de equipos más organizados y con más dinero en los bolsillos, dentro del negocio de cazar talentos en el extranjero.
"Pienso que en cierta época éramos el último recurso", dijo el subgerente general de los Mellizos, Rob Antony. "Si los chicos no firmaban contratos con los otros equipos acudían a nosotros".
Así que, cuando los Mellizos sorprendieron al mundo del béisbol, al ofrecerle a Sanó un bono de 3,15 millones de dólares para que se integrara a sus filas en septiembre, la operación culminó un proyecto de 15 años para que Minnesota ganara credibilidad más allá de las fronteras estadounidenses.
"Hace cinco años no hubiéramos sido capaces de firmar con Sanó", dijo Mike Radcliff, quien supervisa a los cazatalentos internacionales de los Mellizos como vicepresidente de personal deportivo. "Esta fue una gran inversión".
"Pensamos que tenemos a un muy buen pelotero para el futuro. Pero esto ha tenido otros beneficios colaterales. Ha reforzado nuestra presencia notablemente y nos ha puesto en el mapa de muchos jugadores y representantes que no nos daban el tiempo un día antes de este contrato".
Ahora, el sistema de sucursales de los Mellizos es un semillero de peloteros de todo el mundo _Alemania, Australia, Holanda, Brasil e incluso la República Checa_, mientras el club ha ampliado su búsqueda de talento.
En 1995, cuando Terry Ryan asumió como gerente general, hizo de las operaciones internacionales de Minnesota una prioridad. Equipos como los Dodgers, los Yanquis, los Bravos y los Marineros estaban arrasando en esa captación de talentos, mientras que los Mellizos se mostraban muy tímidos, con recursos limitados.
Los Mellizos han sido elogiados durante años por su cacería de prospectos y su labor para convertirlos en buenos jugadores. Pero la mayoría de esos peloteros son estadounidenses y fueron obtenidos mediante el reclutamiento universitario, incluidos Joe Mauer (Minnesota), Justin Morneau (Canadá), Jason Kubel (California), Michael Cuddyer (Virginia) y Denard Span (Florida).
"Los dominicanos estaban en lugares donde no éramos muy productivos", dijo Radcliff.
Los Mellizos comenzaron su proyecto en dos países con una gran afición al béisbol. Abrieron una academia en Venezuela y establecieron instalaciones en República Dominicana.
"En 15 años, hemos ido de no tener instalaciones a tener algunas que eran austeras y ahora a contar con éstas en algunos países, algo de lo que estamos muy orgullosos", dijo el gerente general actual del club, Bill Smith.
Minnesota contrató a Fred Guerrero en República Dominicana y a José Marzán para supervisar las operaciones en América Latina. Además, nombraron a José León como coordinador de cazatalentos en Venezuela, donde la academia tiene a 14 personas encargadas de buscar prospectos y cuenta con una casa club inaugurada en el 2000.
En el 2004, los Mellizos se mudaron a Boca Chica, en República Dominicana, uniéndose en un complejo de instalaciones con los Rojos, los Cachorros y los Diamondbacks. Minnesota consideraba urgente mejorar sus instalaciones.
"Fuimos de mal en peor, y ahora tenemos las mejores instalaciones que cualquiera pudiera tener ahí", dijo Radcliff.
Los Mellizos no se detuvieron ahí. Muchos equipos han complementado el talento que consiguen en América Latina con jugadores japoneses. Los Dodgers se hicieron de Hideo Nomo, los Yanquis de Hideki Matsui y los Marineros de Ichiro Suzuki.
En tanto, Minnesota ha ampliado su búsqueda a nuevas fronteras --Europa y Australia. El renombrado cazatalentos Howie Norsetter, quien trabaja en Australia, ha logrado poner al club a la vanguardia en zonas donde el béisbol dista mucho de ser un deporte popular.
Los Mellizos fueron a la patria de Bert Blyleven, el ex astro de Minnesota, cuya gran curva ayudó a que el equipo ganara su primera Serie Mundial, en 1987, y firmaron a los lanzadores holandeses Alexander Smit, quien está ahora en la organización de Cincinnati, y Loek Van Mil, el serpentinero más alto en cualquier club relacionado con las mayores, con una estatura de 2,16 metros.
Lograron también acuerdos con el pelotero australiano de cuadro Luke Hughes, con el jardinero checo Matej Hejma y con el guardabosques alemán Max Kelper, de 16 años, quien era quizás el prospecto europeo más codiciado el año anterior.
"Todos están en Latinoamérica", dijo Radcliff. "En Europa, sólo están unos cuantos equipos".
Bajo las órdenes del dueño Jim Pohland, los Mellizos gastaron 775.000 dólares en Kepler y otros 750.000 en el campocorto dominicano Jorge Polanco. Es mucho dinero para cualquier equipo, mucho más para uno que tenía reputación de ser el más austero en las Grandes Ligas.
"Fuimos cautelosos con esto", dijo Smith. "No sólo nos lanzamos al abordaje y comenzamos a gastar dinero. Primero construimos los cimientos. Tenemos instalaciones y personal".
La inversión, el trabajo duro y la reconstrucción comienzan a dar frutos para los Mellizos, que encabezaban la División Central de la Liga Americana este fin de semana.
Antes de lesionarse, el zurdo venezolano José Mijares era un integrante valioso del cuerpo de relevistas. Otro venezolano, el receptor Wilson Ramos, fue convocado para ocupar el lugar de Mauer al comienzo de esta campaña, y bateó de 7-9 en sus primeros dos juegos.
"Me ayudaron mucho", dijo Ramos, quien atrajo también el interés de los Yanquis, Cachorros, medias Rojas y Orioles. "Antes de que firmara con los Mellizos nunca bateaba. Después, me hicieron entrenar con el bate. Me enseñan mucho cómo batear".
FUENTE: Agencia AP