BUENOS AIRES (AP). Recién humillado como casi nunca en su historia, Brasil va el domingo al feudo de Paraguay con todas las ganas de bajarlo de la cima, ocasión que podría aprovechar Argentina si ese mismo día vence a Ecuador en la reanudación de las eliminatorias mundialistas.
Bolivia y Chile, en La Paz, será el otro partido del domingo con el que se cerrará la quinta fecha de estas eliminatorias que tuvieron casi siete meses de receso.
Invicto, con nueve goles a favor y tan solo uno en contra, Paraguay marca el paso con 10 puntos, Argentina tiene nueve, Brasil y Colombia ocho, Venezuela seis, Uruguay y Chile cuatro, Ecuador tres, Perú dos y Bolivia uno.
Por tratarse de un duelo entre los de arriba, el de Paraguay y Brasil, en Asunción, se destaca en esta quinta fecha de las 30 que marca el calendario.
Aprovechando la localía, Paraguay dejó en claro que saldrá al ataque ante un Brasil que tiene fresco el golpe que le pegó Venezuela en Boston, al ganarle por primera vez en la historia después de 17 derrotas en otros tantos partidos.
"Atacaremos a fondo a Brasil desde el comienzo del partido", dijo el arquero y capitán paraguayo Justo Villar. "A Brasil le molesta que se lo ataque".
Salvador Cabañas, Roque Santa Cruz y Nelson Haedo Valdez forman el tridente ofensivo que buscará vulnerar a Brasil, a quien una nueva derrota lo dejaría mal parado para el esperado choque del miércoles ante Argentina, en Belo Horizonte.
"Si perdemos con Paraguay, el partido con Argentina va a volverse complicadísimo", dijo el delantero Robinho, del Real Madrid. En la ofensiva, los tetracampeones mundiales sufrirán la baja de su astro Kaká, quien se lesionó jugando para el Milan de Italia.
Si Paraguay amenaza ser una furia, al menos en las palabras, otro tanto ocurre con Argentina en su duelo en Buenos Aires con Ecuador.
La intención de su técnico Alfio Basile es armar una línea de tres en el fondo, y no de cuatro como es habitual, para irse al ataque en forma casi masiva con Juan Román Riquelme como enlace y Lionel Messi y Sergio Agüero como espadas de ataque.
Parece un plan perfecto. Pero el propio Basile intuye que no será sencillo que culmine con éxito.
"Ecuador nos va a presentar un problema; juegan con línea de cuatro, son grandotes y van bien arriba", advirtió el "Coco" Basile. "Vamos a tener que tener cuidado con los contragolpes".
No hay ninguna duda de que Argentina saldrá sediento de gol y Ecuador a defenderse.
"Todos deben imaginarse que la selección no va a atacar, no va a tener un lateral que salga todo el tiempo, sino se va a basar en un juego defensivo", dijo Jairo Campos, defensor de una Liga de Quito que se apresta a jugar ante Fluminense de Brasil por la final de la Copa Libertadores.
Uruguay, en su mítico estadio Centenario, es otro que enarbolará la ley de hierro que indica que en casa se arremete y máxime cuando se tiene a artilleros de la talla de Sebastián Abreu, Diego Forlán y Luis Suárez.
Atacar, pero con cuidado, ya que Venezuela llega afinada por la victoria ante Brasil y con la dulce añoranza del lapidario 3-0 que le metió en las eliminatorias anteriores en el propio Centenario.
Y por si esto fuese poco, la vinotinto tiene la pólvora caliente con los goleadores Giancarlo Maldonado, del Atlante de México; Juan Arango, del Mallorca de España, y Ronald Vargas, del Brujas de Bélgica.
En un ambiente caldeado y con la cabeza de su técnico José del Solar en peligro, Perú recibe a Colombia, que junto con Paraguay y Brasil son los únicos invictos de las eliminatorias.
"Si llega mi final, la vida continúa", dijo el "Chemo" del Solar, cuya renuncia reclaman los hinchas por una goleada 4-0 sufrida por el equipo ante México en un reciente amistoso y con un clima interno convulsionado debido a sanciones por indisciplina a varios jugadores de peso, entre ellos el capitán Claudio Pizarro.
En Colombia alarma su falta de gol: apenas marcó tres en las eliminatorias y no pudo convertir en recientes amistosos ante Irlanda y Francia, en los que perdió 1-0 en ambos casos.
"Con Perú tendremos algunos cuidados pero echaremos para adelante", subrayó el técnico de Colombia Jorge Luis Pinto, quien dejó un muy grato recuerdo en Perú por haber sacado campeón a Alianza Lima en 1997.
Choque clave entre dos que marchan por el fondo será el de Bolivia y Chile, que se jugará en La Paz, superado el veto que la FIFA le había impuesto estadios a más de 2500 metros de altura.
"Vamos a jugar un partido ofensivo", dijo el técnico de Bolivia Erwin Sánchez, quien cuenta como carta de gol a una de las grandes revelaciones del balompié sudamericano, Marcelo Martins Moreno, quien del Cruzeiro de Brasil acaba de pasar al Shakhatar de Ucrania.
Chile, que tiene entre algodones a sus delanteros Humberto Suazo y Alexis Sánchez, además de la altura mostró otra preocupación: el balón.
"La pelota es más difícil de controlar, es muy chica y se parece a una pelota de playa", dijo el defensor Gonzalo Jara. "Hay que acostumbrarse en los días que quedan del partido para no tener problemas".
FUENTE: Agencia AP