Con un tanto de Anísio Cabral, una de las sensaciones del torneo, Portugal ganó a Austria (1-0) en la final del Mundial sub-17 de Qatar y se proclamó campeona de la categoría por primera vez en su historia.
Suya fue la diana con la que Portugal introdujo en sus vitrinas por primera vez en su historia un Mundial sub-17. La firmó en la primera parte, con incertidumbre y con la intervención del VAR, que decidió a su favor cuando el árbitro consultó si remató en fuera de juego un centro desde la banda derecha de Cunha Duarte.
Portugal consigue el título
Fue su acierto número siete del Mundial, sólo uno menos de los que firmó Johannes Moser, la otra estrella del torneo. El austríaco perdió el duelo final de goleadores y, aunque ganó la Bota de Oro, no consiguió el trofeo más importante, el título con el que se habría acreditado como campeón.
Austria intentó sin éxito contrarrestar el tanto de Anísio y acarició el empate en el minuto 85, cuando Daniel Frauscher estrelló contra el palo derecho de la portería defendida por Romário Cunha un lanzamiento desde fuera del área.
Fue el último intento del conjunto centroeuropeo, que acarició la gloria. También, como Portugal, estaba destinado a hacer historia, porque nunca había ganado el Mundial sub-17.
Anísio, con su gol, lo impidió y coronó a su selección, que hasta este jueves tenía como mayor éxito un tercer puesto en la edición que se disputó en Escocia en 1989.


