RIO DE JANEIRO (AP). No solo ganó cuatro medallas de oro y una de plata, fijando de paso dos récords mundiales. Sus victorias fueron aplastantes. Katie Ledecky hizo más que suficiente para ser estrella de la natación en cualquier otra edición de los Juegos Olímpicos.
Phelps y Ledecky encabezaron una paliza estadounidense, que lideró con holgura el cuadro de medallas con 33 totales, incluidas 17 de oro. Los nadadores estadounidenses igualaron la cosecha metálica de Sydney 2000, sólo superada por Los Ángeles 1984, juegos boicoteados por la Unión Soviética y el resto del bloque comunista.
Con sus 31 años, Phelps demostró que no fue una locura su retorno a las piscinas luego de anunciar su retiro tras los juegos de Londres 2012, en los que se había alzado con ocho medallas de oro. Ganó los 200 metros estilo mariposa y los 200 combinados, así como los relevos de 4x100 y 4x200 libre. Fue plata en los 100 mariposa.
Y el sábado cerró con broche de oro su participación conquistando el relevo 4x100 combinado, en el que además le dio la delantera a su equipo cuando la había perdido. Los estadounidenses impusieron aquí un récord olímpico.
A diferencia de Phelps, que debió pelear cada victoria, Ledecky no tuvo rivales y corrió contra ella misma. Sobre todo en los 800 libre, que ganó con casi media piscina de ventaja y récord mundial. Fue su segunda marca mundial de los juegos, ya que también había bajado el de los 400 libre. En ambos casos mejoró marcas que ella misma poseía.
Ganó además los 200 libre y el relevo de 4x200 libre, y fue plata en el relevo de 4x100.
"Salió todo exactamente como lo planificamos con mi entrenador hace tres años", dijo Ledecky. "Hice exactamente lo que me había propuesto", agregó la norteamericana de 19 años.
La otra gran figura de los juegos fue la húngara Katinka Hosszu, la "Dama de Hierro", que a los 27 años y sin haber ganado nunca una presea olímpica sumó tres oros (100 espalda y 200 y 400 combinados) y una plata (200 espalda).
En total cayeron ocho récords mundiales, seis de ellos en las dos primeras jornadas: Ledecky bajó dos veces la marca de los 800 libre y una la de los 400, mientras que el británico Adam Peaty rompió en dos ocasiones la de los 100 pecho. Hosszu mejoró el récord de los 400 combinados y la sueca Sarah Sjostrom el de los 100 mariposa. Australia quebró a su vez el registro del relevo femenino de 4x100 libre.
No faltaron las sorpresas, como el triunfo de Joseph Schooling, de Singapur, en los 100 mariposa, superando a un Phelps que ya sentía el esfuerzo sobrehumano que estaba haciendo y no pudo contener la acelerada final de su rival.
O el de la estadounidense Maya DiRado, hija de un argentino, que privó a Hosszu de su cuarto oro al imponerse en los 200 espalda. DiRado nadó con tanto ímpetu esa final que casi chocó contra la pared y se rompió una uña.
Ese fue el segundo oro de DiRado, que también se alzó con uno en el relevo de 4x200 libre. Sumó igualmente una plata en los 400 combinados y un bronce en los 200.
A los 35 años, el estadounidense Anthony Ervin se llevó el oro en los 50 libre, superando por una centésima de segundo al campeón del 2012 Florent Manaudou, de Francia.
El único otro nadador que cosechó más de una presea dorada individual fue el norteamericano Ryan Murphy, en los 100 y 200 espalda.
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El periodista de la AP, Luis Ruiz, contribuyó con este despacho.
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Pablo Giussani está en Twitter como @pabloeliasap
FUENTE: PABLO ELIAS GIUSSANI (Associated Press)