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Emotivo recibimiento a Cabrera tras conquista de Masters Augusta

CORDOBA, Argentina (AP). Angel Cabrera, el argentino que entró en la historia grande del golf mundial al ganar el Masters de Augusta, lució con orgullo la chaqueta verde de campeón ante una multitud de compatriotas que le dieron una fervorosa bienvenida el martes en su provincia natal de Córdoba.

Cabrera, de 39 años, llegó pasado el mediodí­a desde Estados Unidos al aeropuerto Ambrosio Taravella de Córdoba, a unos 730 kilómetros al norte de Buenos Aires. Allí­ fue recibido por su familia y a bordo de una camioneta negra inició el recorrido de 15 kilómetros hasta su pueblo Villa Allende, escoltado por una caravana de decenas de automóviles.

"La verdad es que estoy muy contento de estar acá en Córdoba. Es un momento muy importante de mi vida", alcanzó a decir a los numerosos periodistas que lo esperaban a la salida del aeropuerto. "Sí­, me queda bien el verde", afirmó el primer argentino campeón en Augusta.

Fatigado por los compromisos oficiales tras el triunfo y las más de 10 horas de viaje, Cabrera no aceptó subirse a un carro de bomberos para el ingreso triunfal a su pueblo. Luego se trasladó hasta el Polideportivo Municipal y allí­ en un escenario improvisado recibió el saludo del alcalde de Villa Allende, obsequios y el grito de "dale campeón, dale campeón" de sus coterráneos.

"Simplemente gracias", les dijo el "Pato", apodado así­ por su forma de caminar. "Esto es para ustedes también".

Hace dos años, Cabrera tuvo un recibimiento similar tras obtener su primer major, el Abierto de los Estados Unidos.

El domingo cerró la última ronda con 71 golpes, uno bajo par, para llegar al primer desempate de tres jugadores en el Masters en 22 años. Cumplió así­ el sueño trunco de Roberto de Vicenzo, el otro gran golfista argentino que en 1968 perdió la final de ese torneo por anotar por error en su tarjeta más puntos de los que tení­a.

Los canales de televisión mostraban a los pobladores de Villa Allende siguiendo a su í­dolo con la pasión de un partido de fútbol.

De origen humilde y criado por su abuela materna, a los nueve años se hizo caddie en el exclusivo Córdoba Golf Club de Villa Allende. No terminó los estudios y mientras realizaba trabajos de jardinerí­a en casas vecinas para ganarse la vida comenzó a practicar el deporte con palos prestados.

Su precoz talento llamó la atención de los socios del exclusivo Golf Club, entre ellos Eduardo "Gato" Romero, quienes lo apoyaron económicamente para que pudiera competir en el paí­s y el exterior. El "Pato" a los 20 años ya era un jugador profesional.

"Con sacrificio y trabajo todo se puede", dijo a su regreso.

Sus amigos y conocidos destacan que la gloria deportiva y el dinero no lo cambiaron y que Cabrera mantiene las mismas costumbres y afectos de toda la vida.

"Ahora voy por el tercer major y no voy a parar hasta que gane por lo menos cinco", prometió en las numerosas entrevistas que concedió a medios argentinos en la ví­spera.

Por lo pronto, a partir del jueves disputará el Abierto del Centro en el club de su ciudad natal. Si lo gana por octava vez, será el más ganador del certamen.

FUENTE: Agencia AP