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Villa Olí­mpica: de un acto formal a una fiesta total

LONDRES (AP). Sin tener nada que ver en la fiesta, la colombiana Mónica González se invitó igual y envuelta por una música contagiosa empezó a mover sus caderas con una técnica artesanal.

Lo que otrora era un acto formal, el izamiento de las banderas en la Villa Olí­mpica se convirtió en Londres en un espectáculo circense, musical y teatral del que de a poco van tomando parte todas las delegaciones.

Colombia ya habí­a alzado su bandera y González, que llegó en la noche del miércoles, atraí­da por la música se sumó como espectadora a los izamientos del jueves del que tomaron parte Argentina, Cuba, Ecuador y Paraguay, entre otros paí­ses.

"Estoy tratando de entender de qué se trata la obra", dijo la atleta de 29 años, quien en sus terceros Juegos Olí­mpicos participará en los 200 metros.

"Pasaba cerca, escuché música y todo ese ruido y me paré", agregó la colombiana, mientras acompañaba con un movimiento suave de su cuerpo una música de rock electrónico. "Me gustan el rock, la salsa y el merengue; me gusta toda la música".

Salvo algún muy breve discurso de bienvenida, la ceremonia está a cargo de un grupo de jóvenes actores disfrazados de payasos que simularon un circo en el que bailaban y cantaban entre las delegaciones, en este caso en un jueves en el que el sol asaba las cabezas.

Tras eso, le abrieron paso a su "reina" que ingresó en una carroza, mientras algunos "soldados" con zancos trataban de clavar sus cabezas en el cielo.

Entonces, la reina da un discurso a sus "súbditos" en dónde les explica que no importa que hayan ganado o no y de inmediato empieza a sonar una versión de "We Are the Champions" (Somos los campeones) del grupo de rock Queen, y muchos en las delegaciones se ponen a cantar o a bailar.

Una buena motivación para el luchador cubano Gustavo Balart.

"Quieren hacernos creer que todos somos campeones pero no es así­. Un campeón se lleva la medalla a su paí­s y yo a eso vine", agregó el cubano, quien al término de la ceremonia se puso en pose de luchador y se sacó un par de fotos con los actores.

Por no haber llegado, o bien porque están en pleno entrenamientos, no hubo grandes figuras en los actos del jueves, en el que por ejemplo estuvieron ausentes el cubano Dayron Robles, campeón olí­mpico en los 110 metros con vallas; y los argentinos Manu Ginóbili (baloncesto) y Juan Martí­n del Potro (tenis).

FUENTE: Agencia AP