BEIJING (AP). Los Juegos Olímpicos de Beijing tendrán una dura prueba el sábado cuando se corra el maratón femenino, en el que las atletas respirarán un aire cuya contaminación es dos o tres veces lo que la mayoría de los países occidentales considera aceptable.
La inquietud en torno a la contaminación hizo que muchas de los favoritas llegasen a Beijing a último momento. Otras se entrenaron con mascarillas. En los juegos, no obstante, se han escuchado pocas quejas de la contaminación, tal vez porque se considera poco gentil hacia los organizadores.
Peter Baquie, jefe del equipo médico de la delegación de Australia, dijo que la contaminación figura bastante abajo en su lista de factores que pueden afectar a los maratonistas.
"Algunas chicas expresaron preocupación, sobre todo las del norte de Africa", comentó. "El calor es lo más alarmante, del uno al seis. Después vienen las drogas. El aire probablemente figura 73 a esta altura".
Para Haile Gebrselassie, el etíope asmático dueño del récord mundial de maratón, el tema de la contaminación es lo suficientemente serio como para que haya optado por no correr esa distancia y concentrarse en cambio en los 10.000.
Pero la mayoría de las mejores maratonistas serán de la partida el sábado, incluidas una compatriota de Gebrselassie, Gete Wami, quien suma tres medallas olímpicas, y la keniana Catherine Ndereba, plata en Atenas hace cuatro años y quien tiene dos medallas de oro y una de plata en los tres últimos mundiales.
Las dos llegaron a China esta semana, lo mismo que la británica Paula Radcliffe, quien tiene el récord mundial y competirá a pesar de que sus médicos le recomendaron que no lo hiciese porque no está del todo repuesta de unas lesiones en la cadera y un muslo.
Radcliffe sueña con borrar el sinsabor de Atenas, donde llegó retrasada y terminó hecha un mar de lágrimas, y está decidida a correr con poca preparación.
"Estamos hablando de los juegos olímpicos. Hay que correr el riesgo", declaró.
La campeona olímpica Mizuki Noguchi, de Japón, no defenderá su título debido a una lesión.
Una densa bruma cubrió Beijing los primeros días de los juegos, pero al arrancar las competencias de atletismo el viernes el aire estaba despejado.
La contaminación de Beijing es generalmente dos o tres veces lo que la Organización Mundial de la Salud considera aceptable. En un mal día, es diez veces más intensa.
Las autoridades chinas tomaron medidas drásticas para limpiar el aire, incluidos el cierre de numerosas fábricas y el retiro de las calles de millones de vehículos.
El neumólogo estadounidense Janis Schaeffer dijo que "Beijing es un caso sin precedentes ya que plantea tres amenazas (a los corredores): el calor, la humedad y la bruma (de la contaminación)".
El maratón masculino se correrá el 24 de agosto, en el último día de los juegos.
FUENTE: Agencia AP