CLEVELAND (AP) — LeBron James salió del avión y se encontró con una lluvia de confeti rojo y dorado, antes de mostrar en alto el trofeo Larry O'Brien, que refulgía bajo el sol veraniego.
Tal como lo prometió, James conquistó para la ciudad el título que se le había negado durante 52 años.
"Esto es para ti, Cleveland", gritó el astro, mediante un micrófono.
Nacido y criado en la cercana localidad de Akron, James llevó a los Cavaliers a una remontada sin precedente en la final de la NBA. Cleveland perdía por 3-1 y terminó derrotando a los Warriors de Golden State.
El lunes, más de 10.000 fanáticos se congregaron en el Aeropuerto Internacional Hopkins para dar la bienvenida a James y a sus compañeros, quienes antes hicieron una escala en Las Vegas para festejar su asombrosa coronación.
Los Cavs no sólo desafiaron los pronósticos para hacer historia, sino que pusieron fin a la sequía de títulos deportivos que aquejaba a Cleveland desde 1964, cuando los Browns ganaron el título de la NFL.
Luego de mostrar a lo lejos el trofeo, James, cuatro veces nombrado el Jugador Más Valioso de la NBA, recorrió con éste el perímetro del estacionamiento, a fin de que los fanáticos que se arremolinaban detrás del cordón de seguridad pudieran comprobar que no estaban soñando.
"Durante la noche me estuve despertando y me preguntaba '¿realmente ganamos?''', relató Diana Beetler, de Oberlin, Ohio. "No podía creerlo. Jamás me había tocado un campeonato desde que nací. Estuvimos esperando esto durante años y años".
Beetler miró el partido del domingo por la noche en casa, con su familia.
"Lloré", reconoció Zoe, de 18 años e hija de Beetler. "Todos lloramos".
Muchos de los espectadores que llegaron a un centro de convenciones adyacente al aeropuerto el lunes por la mañana no habían dormido, debido a los festejos. Hubo espectáculos de música y baile para la multitud, y se repitieron fragmentos del partido decisivo de la final, que emocionaron al público tanto como si los estuviera presenciando por primera vez.
Moondog, la mascota de Cleveland, se entremezcló con la multitud, que siguió creciendo hasta el momento en que el avión de los Cavs aterrizó, alrededor de las 12:40 de la tarde. La aeronave pasó debajo de un arco que trazaron los chorros de agua lanzados desde dos cañones, mientras los fanáticos aplaudían.
El entrenador de los Cavs, Tyronn Lue, quien tomó las riendas a finales de enero, hizo una pausa en la parte alta de las escalinatas. Al igual que varios jugadores, tomó su teléfono para grabar la escena de los seguidores enloquecidos que cantaban "We Are The Champions", de Queen.
Después de que salieron Kyrie Irving y J.R. Smith —este último sin camisa_, apareció James. Cuando levantó el trofeo, la aclamación fue comparable con la que resonó horas antes en la ciudad, luego de la victoria por 93-89.
La fiesta continuará al menos durante toda la semana. Para el miércoles está previsto un desfile en el centro de la ciudad. Se trata de una celebración que muy pocos residentes de Cleveland pensaron que verían alguna vez.
FUENTE: AP