Béisbol Béisbol -  31 de mayo de 2008 - 00:00

Pedro Martí­nez abrirí­a el juego del martes para los Mets

NUEVA YORK (AP). El lanzador dominicano Pedro Martí­nez supone que los Mets de Nueva York se encontrarí­an en una situación mucho mejor si él hubiera estado con ellos más frecuentemente esta temporada.

El tres veces ganador del Trofeo Cy Young se reunió con su equipo el viernes y está agendado para regresar a la lomita el martes por la noche en San Francisco para su segunda apertura del año. Martí­nez ha estado en la lista de inhabilitados desde que se lastimó el tendón de la corva izquierda el 1 de abril en Florida.

"Tú sabes, cuando no estás ganando, otras cosas parecen salir a relucir. Estoy bastante seguro de que si yo estuviera aquí­, al menos --no voy a decir que hubieran desaparecido los problemas-- pero yo dirí­a que hubiera sido más relajado de lo que fue", apuntó Martí­nez. "Siendo un veterano y siendo tan relajado como soy, y siendo tan ruidoso todos los dí­as y tan escandaloso, pienso que eso hubiera ayudado a mis compañeros a mantener su ecuanimidad", agregó.

Tras conseguir una racha de tres triunfos consecutivos, los Mets tienen foja de 26-26 al llegar al juego del viernes contra los Dodgers de Los Angeles. Mientras el equipo estaba en un bache este mes, hubo conjeturas de que el manager Willie Randolph serí­a despedido. Randolph se reunió el lunes con los propietarios y conservó su empleo, al menos hasta ahora.

"Ha sido realmente difí­cil ver a mis compañeros de equipo esforzarse y ver que al equipo no le está yendo bien y que no he podido hacer nada. Especialmente en esos momentos crí­ticos cuando las cosas como que se complicaron", dijo Martí­nez.

"Yo hablé con todos. Mantuve mis oí­dos abiertos para todos y también llame mucho por teléfono. Aún cuando no me dejo ver mucho, sigo estando en contacto con todos y estoy totalmente enterado de lo que está ocurriendo", agregó.

Martí­nez tení­a planeado originalmente unirse al equipo en una sesión de bullpen la semana pasada en Atlanta, pero regresó a su natal República Dominicana para estar con su padre enfermo, Pablo Jaime, quien tiene cáncer cerebral.

"El se encuentra estable. Probablemente no va a mejorar más de lo como está ahora", señaló Martí­nez, agregando que es muy difí­cil estar alejado de su familia en este momento.

El pitcher derecho de 36 años, en su última temporada de un contrato de cuatro años, reiteró además que le gustarí­a lanzar dos o tres años más si está saludable, aunque su familia es un factor prioritario en esa decisión.

Martí­nez dijo que ya no quiere pasar por ningún proceso largo de rehabilitación. El jugador estuvo fuera de acción la mayor parte de la temporada pasada luego de una cirugí­a de hombro.

FUENTE: Agencia AP