BUENOS AIRES (AP). Si no se va lo echan. Esa es la coincidencia que reinaba el sábado en Argentina sobre el futuro de Carlos Ischia como técnico de Boca Juniors, tras la sorpresiva eliminación de la Copa Libertadores y marchando entre los últimos en el campeonato argentino.
Ischia, que fue campeón con Boca en el Apertura de 2008, quedó muy tambaleante tras la eliminación el jueves en octavos de final de la Libertadores al perder 1-0 en su estadio La Bombonera ante Defensor Sporting de Uruguay y sin sacar provecho del empate 2-2 en Montevideo.
"Cosa juzgada: el ciclo de Ischia, para los dirigentes, está terminado", destaca el deportivo Olé.
"Los dirigentes ya decidieron que debe dejar el cargo", afirma Clarín en su portada, mientras que La Nación dice que el manager de Boca, Carlos Bianchi, "respaldó a Ischia, pero los dirigentes piensan en echarlo".
En esa misma sintonía, el diario Perfil titula: "Ischia, a plazo fijo, se iría después del partido con Vélez".
El presidente de Boca, Jorge Ameal, declaró que Boca "es respetuoso de los contratos" y que "hoy por hoy no cabe pedirle la renuncia. Pero vamos a pensar que es lo mejor para todos".
En el ambiente del fútbol se dice que la dirigencia de Boca esperaba un "buen gesto" de Ischia que era la renuncia, como es usual cuando un timonel cae en desgracia. Un despido acarrea problemas judiciales y en este caso la paga de unos 400.000 dólares de lo que resta del contrato.
Los medios de prensa coinciden en que el candidato número uno para reemplazar a Ischia sería Bianchi, el técnico más exitoso en la historia de los Xeneizes, pero que este no aceptaría porque al asumir como manager puso una cláusula para evitar suceder a quien fuera su discípulo.
Después de Bianchi, otros candidatos serían el ex defensor de Boca, el colombiano Jorge Bermúdez, y ex técnico de ese club y de la selección argentina, Alfio Basile.
Diego Maradona, actual conductor de la Albiceleste y declarado fanático de Boca, salió en respaldo de Ischia.
"Carlitos Ischia empezó a estar en la puerta del cementerio cuando firmó Bianchi", dijo Maradona en la noche del viernes a radio La Red. "No se puede tratar a Bianchi con Ischia saliendo campeón".
La eliminación de Boca, también volvió a reflotar versiones de una firme enemistad entre las dos figuras más influyentes dentro del plantel: Juan Román Riquelme y Martín Palermo.
"El plantel está dividido y los ídolos ni se hablan", titula Crítica, que recuerda que en la pretemporada en Tandil "para ir y venir de las prácticas, los riquelmistas se subían a una combi (microbus) y los palermistas a otra".
Palermo tendría el apoyo de la mayoría de los jugadores de peso como Sebastián Battaglia, Rodrigo Palacio, el paraguayo Claudio Morel Rodríguez y Roberto Abondanzzieri, entre otros, mientras que Riquelme estaría en franca minoría ya que contaría a su lado con Hugo Ibarra, Luciano Figueroa y un grupo de juveniles que suelen ser suplentes.
"Al 10 (Riquelme) le pusieron la soga al cuello", destaca Olé. "Los que responden a Palermo se quejan de Riquelme".
Agrega que "las actitudes que siempre molestaron de Riquelme siguen a la orden del día: sus modos, sus supuestas elecciones sobre qué partidos disputar, sus privilegios".
Riquelme y Palermo no se refirieron a ese problema, pero meses atrás el "10", ante versiones similares dijo: "Yo no estoy acá (en Boca) para hacer amigos, sino para jugar al fútbol".
FUENTE: Agencia AP