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Argentina: Técnico Ischia tendrí­a las horas contadas en Boca

BUENOS AIRES (AP). Si no se va lo echan. Esa es la coincidencia que reinaba el sábado en Argentina sobre el futuro de Carlos Ischia como técnico de Boca Juniors, tras la sorpresiva eliminación de la Copa Libertadores y marchando entre los últimos en el campeonato argentino.

A pesar de que Ischia aseguró un dí­a antes que va a "respetar a muerte" su contrato que vence en diciembre, la dirigencia lo despedirí­a el lunes si es que el timonel no se va el domingo tras el choque con Vélez por Clausura, en el que los Xeneizes figuran a 12 puntos del lí­der Lanús.

Ischia, que fue campeón con Boca en el Apertura de 2008, quedó muy tambaleante tras la eliminación el jueves en octavos de final de la Libertadores al perder 1-0 en su estadio La Bombonera ante Defensor Sporting de Uruguay y sin sacar provecho del empate 2-2 en Montevideo.

"Cosa juzgada: el ciclo de Ischia, para los dirigentes, está terminado", destaca el deportivo Olé.

"Los dirigentes ya decidieron que debe dejar el cargo", afirma Clarí­n en su portada, mientras que La Nación dice que el manager de Boca, Carlos Bianchi, "respaldó a Ischia, pero los dirigentes piensan en echarlo".

En esa misma sintoní­a, el diario Perfil titula: "Ischia, a plazo fijo, se irí­a después del partido con Vélez".

El presidente de Boca, Jorge Ameal, declaró que Boca "es respetuoso de los contratos" y que "hoy por hoy no cabe pedirle la renuncia. Pero vamos a pensar que es lo mejor para todos".

En el ambiente del fútbol se dice que la dirigencia de Boca esperaba un "buen gesto" de Ischia que era la renuncia, como es usual cuando un timonel cae en desgracia. Un despido acarrea problemas judiciales y en este caso la paga de unos 400.000 dólares de lo que resta del contrato.

Los medios de prensa coinciden en que el candidato número uno para reemplazar a Ischia serí­a Bianchi, el técnico más exitoso en la historia de los Xeneizes, pero que este no aceptarí­a porque al asumir como manager puso una cláusula para evitar suceder a quien fuera su discí­pulo.

Después de Bianchi, otros candidatos serí­an el ex defensor de Boca, el colombiano Jorge Bermúdez, y ex técnico de ese club y de la selección argentina, Alfio Basile.

Diego Maradona, actual conductor de la Albiceleste y declarado fanático de Boca, salió en respaldo de Ischia.

"Carlitos Ischia empezó a estar en la puerta del cementerio cuando firmó Bianchi", dijo Maradona en la noche del viernes a radio La Red. "No se puede tratar a Bianchi con Ischia saliendo campeón".

La eliminación de Boca, también volvió a reflotar versiones de una firme enemistad entre las dos figuras más influyentes dentro del plantel: Juan Román Riquelme y Martí­n Palermo.

"El plantel está dividido y los í­dolos ni se hablan", titula Crí­tica, que recuerda que en la pretemporada en Tandil "para ir y venir de las prácticas, los riquelmistas se subí­an a una combi (microbus) y los palermistas a otra".

Palermo tendrí­a el apoyo de la mayorí­a de los jugadores de peso como Sebastián Battaglia, Rodrigo Palacio, el paraguayo Claudio Morel Rodrí­guez y Roberto Abondanzzieri, entre otros, mientras que Riquelme estarí­a en franca minorí­a ya que contarí­a a su lado con Hugo Ibarra, Luciano Figueroa y un grupo de juveniles que suelen ser suplentes.

"Al 10 (Riquelme) le pusieron la soga al cuello", destaca Olé. "Los que responden a Palermo se quejan de Riquelme".

Agrega que "las actitudes que siempre molestaron de Riquelme siguen a la orden del dí­a: sus modos, sus supuestas elecciones sobre qué partidos disputar, sus privilegios".

Riquelme y Palermo no se refirieron a ese problema, pero meses atrás el "10", ante versiones similares dijo: "Yo no estoy acá (en Boca) para hacer amigos, sino para jugar al fútbol".

FUENTE: Agencia AP