VIENA (AP). Tal vez le llegó la hora a España.
Lo hizo ante el campeón del mundo Italia, a la que nunca había vencido en el gran escenario. Lo hizo 4-2 por definición desde los tiros de penal y un 22 de junio, una fecha fatídica para los españoles pues marcó su despedida en los mundiales de 1986 y el 2002, así como en la Euro '96.
"Teníamos esa guerra interna con los cuartos de final. Por suerte hemos pasado la barrera", dijo el arquero Iker Casillas, héroe de la noche al atajar los penales a Daniele De Rossi y Antonio Di Natale.
"Para mí significa el deber cumplido. Soy un entrenador que trabaja para ganar. Pero para España y para la selección es muy importante", admitió el técnico Luis Aragonés.
España no pasaba los cuartos desde la Eurocopa 1984, en la que jugó su última final.
No fue sencillo. Su equipo hizo todo el desgaste ante una Italia que se cerró bien atrás, atacó poco y nada, y que parecía querer que el duelo se definiera por la vía de los penales.
"No jugamos un gran partido, nos faltó velocidad con la pelota. Pero es difícil penetrar a una defensa tan cerrada. Sin embargo, tuvimos tres ocasiones claras. Creo que la victoria fue merecida", agregó el estratega.
España había perdido en cuartos de final por penales un 22 de junio ante Bélgica en el mundial 1986, con Inglaterra en la Eurocopa 1996 y contra Corea del Sur en el mundial 2002.
Ahora se viene Rusia en semifinales el próximo jueves en Viena. Un rival al que derrotó 4-1 en la primera ronda.
Tras aquel partido, Aragonés declaró que no quería volver a enfrentarse con los rusos, tal vez previendo lo que sucedería con el equipo conducido por el holandés Guus Hiddink, que se metió en semifinales tras vencer 3-1 a Holanda el sábado, también en tiempo extra.
"Esta vez será completamente diferente. No por haberles ganado 4-1 ahora la tenemos fácil. Es un equipo muy duro, como yo había dicho, y no entiendo por qué debemos jugar otra vez con ellos. Son estas cosas del sorteo que no entiendo", se quejó el técnico.
Destacó que los rusos tendrán un día más de descanso, pero aclaró que no le preocupa en particular ningún jugador ruso -especialmente el enlace Andrey Arshavin, figura en los holandeses-.
Aragonés negó que el triunfo ante Italia pueda influir negativamente en su equipo por el riesgo de sentirse campeones antes de tiempo.
"Ganamos sólo una batalla. Eso no entra en la cabeza de mis jugadores. Ahora viene la semifinal ante un rival muy duro. Pero el grupo está convencido de llegar a la final".
FUENTE: Agencia AP