Por tercera vez en el curso de la actual temporada, la actividad en la máxima división del fútbol griego ha sido suspendida debido a los persistentes actos de violencia en los estadios.
La última suspensión se precipitó tras los desmanes el fin de semana durante el clásico Olympiakos-Panathinaikos. Además, dirigentes de los clubes protagonizaron una gresca en el marco de una reunión de la junta directiva de la liga griega.
"Toda esta violencia es una vergüenza nacional", acotó Kontonis tras reunirse con el primer ministro Alexis Tsipras. "Seremos implacables contra la violencia en el fútbol".
Kontonis informó a Tsipras que se contemplan "medidas drásticas" para poner en cintura a los 18 clubes de la primera división. Los clubes tendrían que usar "tarjetas inteligentes" en la boletería y colocar dispositivos de video en los partidos. La liga aprobó tales medidas hace varios años, pero sin darles aplicación.
No hubo reacción inmediata por parte de los clubes.
Giorgos Borovilos, presente de la Super Liga de Grecia, manifestó su rechazo a la mano dura del gobierno tras reunirse con Kontonis.
"Se enfatizó que esta es no es una solución adecuada para los problemas del fútbol griego. Pero no cedió", dijo a la prensa. "No soy ciego. Hay problemas y responsabilidades que asumir... Pero deben lidiarse mediante diálogo y aplicando la ley".
Después de 25 fechas, Olympiakos lidera la liga con 58 puntos, tres más que Panathinaikos.
FUENTE: AP