SAINT-DENIS, Francia (AP) — El dictamen de Gerard Piqué fue sin ambages en medio de la calamidad del momento para la altiva España, que acababa de ser derrocada como reina del fútbol europeo.
"Hay que reconocer que no somos la mejor selección", añadió Piqué.
Se avizoraba que la Euro 2016 iba a marcar un resurgimiento del equipo. Sería el torneo en el que iban a demostrarle el mundo entero que su eliminación a las primeras de cambios en el Mundial de Brasil 2014 fue un accidente. Ratificarían que Andrés Iniesta, Sergio Ramos y compañía tenían la capacidad para un cuarto gran título en menos de una década.
Pero España ha vuelto a estrellarse feamente, esta vez ante una Italia sin figuras de renombre —salvo Gianluigi Buffon, su veterano arquero de 38 años_, que le superó con incontestable claridad en una tarde que mezcló lluvia y sol en los suburbios de París.
Por primera vez desde la caída 3-1 ante Francia en el Mundial de Alemania 2006, España perdió un partido de eliminación directa.
Mientras Piqué argumentaba que había necesidad de aceptar que esta España ya no es la que ganó el Mundial de Sudáfrica de 2010 y las dos Eurocopas previas, el técnico Vicente del Bosque insistió que la luz no se ha apagado.
"El fútbol aquí está muy bien estructurado. Se está trabajando desde hace muchos años y el trabajo de los clubes también es bueno", dijo Del Bosque, quien asumió el cargo poco después de la conquista de la Euro 2008. "El deportista no se cae, pierde, pero sigue con voluntad. En unos años estaremos cerca de los éxitos mundiales y europeos. Nos daremos cuenta dentro de unos años de lo importante que es ganar un campeonato europeo".
Pero la repetición del fracaso de Brasil supone que el entrenador de 65 años tiene sus días contados, justo cuando se acerca el inicio de las eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018 y se avecinan elecciones por la presidencia de la federación española de fútbol.
También es indiscutible que la aureola de equipo que arrasaba con todos al imponer su "tiki taka" se ha ido disipando.
En Francia, los españoles arrancaron con victorias ante la República Checa y Turquía, pero tropezaron con Croacia en el cierre de la fase de grupos. El revés les costó el primer sitio de su llave, quedando condenados a un partido contra una Italia que demostró que tenía más hambre.
El 2-0 del Stade de France tuvo ciertas similitudes al idéntico marcador en la derrota contra Chile hace dos años en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, la que sentenció su adiós al Mundial. Los italianos emplearon el mismo libreto chileno, con precisión en sus pases y una intensa presión en el mediocampo.
"Creo que el primer tiempo hemos sido un poco tímidos. No hemos jugado con valentía y la decisión que acostumbramos", reconoció Del Bosque.
FUENTE: AP