MARSELLA, Francia (AP) — La nación más pequeña en competir en una Eurocopa se alista para su próximo partido, consciente que una victoria le debe alcanzar para asegurarse una plaza en la segunda ronda.
"Nos quedan dos partidos. Una victoria debe ser suficiente para avanzar, pero queremos sellar la clasificación lo más pronto posible y hay que ganar el próximo partido para hacerlo realidad".
Islandia, con 330.000 habitantes, nunca había participar en una Copa del Mundo o la Eurocopa, pero se clasificó tras quedar segunda en su grupo, con un par de victorias ante Holanda.
Hungría marca el paso en el Grupo F tras vencer 2-0 a Austria. Fue un retorno triunfal para los húngaros en la escena internacional, luego de una ausencia de tres décadas.
Para la novata Islandia, el empate contra la selección comandada por Cristiano Ronaldo sirvió para asentarse.
"Sumar un punto siempre es valioso. Vamos a estar un poco más relajados para el siguiente partido", dijo el entrenador de Islandia Heimir Hallgrimsson. "Una victoria ante Hungría nos debe alcanzar. El mero hecho de haber sumado un punto ante el favorito del grupo nos sube la moral".
Con un derroche de sacrificio al arroparse en un esquema defensivo, Islandia desquició a Cristiano y rescató la igualdad con el gol de Birkir Bjarnason al inicio del segundo tiempo. Pero los portugueses debieron haber estado advertidos del plan táctico islandés, el que emplearon para conseguir la clasificación al torneo.
En Marsella, Islandia se encontrará con el veterano arquero húngaro Gabor Kiraly, quien acaba de convertirse en el jugador más veterano en una Eurocopa, a los 40 años y 75 días. Luego de la victoria ante Austria, el entrenador alemán de Hungría, Bernd Storck, catalogó a Kiraly como uno de los mejores guardametas del mundo.
Otra vez, Islandia podrá contar con mucho aliento desde las gradas del Stade Velodrome. Casi 27.000 islandeses adquirieron entradas para el torneo, es decir el 8 por ciento de la población, y Hallgrimsson resaltó que el respaldo que sus jugadores recibieron en Saint-Etienne fue un factor que les ayudó anímicamente.
"Fue fantástico. Nos sentimos en casa", dijo Hallgrimsson. "Los hinchas islandeses son increíbles".
FUENTE: AP