Las detenciones al margen de los partidos de fútbol en Inglaterra (Premier League) y Gales alcanzaron la temporada pasada un nivel sin precedentes desde hace ocho años, según un estudio del ministerio del Interior británico.
En total, contando todas las divisiones, las autoridades policiales británicas contabilizaron 441 partidos con invasiones del terreno de juego, un 127% más con respecto a la temporada 2018-2019, la última antes de la aparición del coronavirus y de sus consecuencias sobre la vida social.
Por lo que se refiere a las detenciones, el año pasado se registraron 2.198 relacionadas con partidos de fútbol, algo que no se veía desde la temporada 2013-2014.
Frente a esta ola de incidentes a veces violentos, que afecta también a otros países, los 20 clubes de Premier League decidieron por unanimidad el miércoles que todo espectador que posea o active bengalas en un estadio, así como aquellos que invadan un terreo de juego, se les prohibirá el acceso a los estadios por un periodo mínimo de un año.
Estas medidas entrarán en vigor a partir de la próxima jornada del campeonato inglés, prevista para comienzos de octubre, después del parón de selecciones.
Las autoridades policiales achacan este aumento al consumo de alcohol y de cocaína, como pudo comprobarse en los incidentes ocurridos en la final de la Eurocopa hace algo más de un año en Wembley.



